Yo sí creo a Raquel
La opinión de Ángel Santiago Ramos (14/12/2023)
León
En lo que va de año han fallecido en España 55 mujeres, víctimas de la violencia de género. La abogada berciana Raquel Díaz, de milagro no engrosa esa terrible cifra de muertas, pero su vida, 47 años, quedó truncada el día 27 de mayo de hace tres años. La Audiencia Provincial de León acoge esta semana el juicio en el que su exmarido, Pedro Muñoz, está acusado de maltratarla verbal y físicamente durante años. En el último episodio de violencia tuvo lugar en la noche del 27 de mayo de 2020,
Presuntamente, aquel día, tras un infierno de insultos, golpes y amenazas la arrojó por el balcón de su casa de Toreno. Después, la apaleó, recuerda ella, con un palo, tipo bate de beisbol, en la cara, los brazos, las piernas y las costillas”. La columna vertebral de Raquel se quebró y su cerebro sufrió lesiones cerebrales irreversibles. En el proceso judicial constan “14 lesiones incompatibles con un solo mecanismo causal”, según expertos periciales.
En sala judicial, desde una silla de ruedas que le ayuda a trasladarse, narra los desgarradores episodios que recuerda haber padecido al lado de una alimaña. “Me golpeaba en la tripa con guantes de boxeo. Y en los pechos cuando tenía el período, porque en ese momento es más doloroso”.
Es la cara oculta de una caída en los mismísimos infiernos. Una cárcel de la que es difícil salir con vida.
Enfermero en el servicio de psiquiatría del Hospital del Bierzo, Pedro Muñoz ha tenido la política como elemento sustancial en sus quehaceres. Ha bamboleado en 6 partidos de diferente perfil: bercianistas, populares, socialistas y leonesistas, que lo han llevado a ser alcalde de Toreno, concejal de Ponferrada, diputado provincial y procurador en las Cortes de Castilla y León.
Casos aislados, pero qué ruina que en la política sobrevivan personajes tan siniestros. Se cumplen ahora 20 años del Caso Nevenka, ciudad de Ponferrada, donde otro político bien conocido pisoteó la dignidad de una mujer y fue condenado por acoso a una concejal de su equipo de gobierno.
Yo sí creo a Raquel.