Derrota merecida, inesperada y dolorosa en La Cerámica

Valladolid

El Real Valladolid cayó en viejos vicios en La Cerámica ante un rival que defendió con orden el solitario gol de Forés en el 22' de juego. El equipo de Pezzolano que jugó más de media hora perdiendo con un Kenedy muy desacertado como hombre más adelantado, perdió también una gran oportunidad de subirse a lo más alto de la tabla.

Todo esto en un partido en el que los visitantes solo tuvieron un arma de ataque con Moro, el mejor de los dos equipos, haciendo mucho daño durante todo el partido por la izquierda. Pero el extremo nunca encontró un último pase, que por otra parte tampoco habría encontrado rematador con facilidad porque el Valladolid no llegó con suficientes efectivos en el área en ninguno de sus acercamientos.

Juric, que fue sustituido en la segunda mitad seguramente para reservarle para el partido del jueves, también se salvó de la quema. Con Monchu desaparecido fue el único que tiró del equipo desde atrás. El resto firmó un partido mediocre, sin ritmo ni ideas para merecer siquiera el empate. Un disparo cruzado de Montiel, que dejó destellos de la importancia que puede tener en el equipo en los 15 minutos que estuvo en el campo, fue la única oportunidad clara que tuvo el Real Valladolid en toda la segunda parte.

Derrota por tanto merecida en un partido en el que el equipo de Pezzolano volvió a mostrar sus dificultades para generar verdadero peligro con cierta regularidad ante un rival muy ganable.