Viloria quiere empezar en 2024 con la conversión de la antigua mina de Navaleo en central hidroeléctrica reversible
Manuel Lamelas Viloria presentó la propuesta en 2012, hace 11 años, y su ejecución durará cuatro años, lo que supondrá llegar a su arranque 15 años después.
Ponferrada
Sale a información pública el diseño definitivo de la central hidroeléctrica reversible proyectada por el grupo Viloria en Torre del Bierzo, aunque sus líneas de evacuación afectan también a Castropodame, Congosto y Molinaseca. Tras el periodo de exposición medioambiental, la central Navaleo se ha adaptado mediante una serie de modificaciones que ahora vuelven a someterse a exposición. La promotora es la empresa CDR Tremor, que pretende instalar una central con capacidad para generar 576 megawatios.
El agua, que sería sometida a un proceso de depuración, sería bombeada desde las antiguas minas de la zona para llenar un depósito desde el que pasaría por una turbina. Con una serie de modificaciones técnicas introducidas sobre el proyecto original, el presupuesto global es de 274 millones de euros y afectará, incluyendo las líneas, a más de 400 parcelas privadas que serán ocupadas si logra superar la tramitación definitiva de utilidad pública.
El BOE abre a exposición el diseño definitivo después de las correcciones que se realizaron a la autorización administrativa previa, "una tramitación farragosa que acabará por permitir un proyecto muy importante para el Bierzo y muy considerado en Europa", dice el empresario Manuel Lamelas.
La central ha sido concebida con el objetivo de generar energía eléctrica a partir del desembalse diario de un caudal de agua de 90 metros cúbicos por segundo, entre dos depósitos ubicados en los dos márgenes del río Tremor que se encuentran separados por una distancia de 710 metros. La producción anual de la instalación oscilará, en función del régimen de funcionamiento, entre 700 y 1.000 gigawatios por hora al año. El vertido tóxico que desde hace años sale al exterior por la bocamina de Navaleo procede de, al menos, cinco labores mineras abandonadas que se encuentran comunicadas entre sí y que expulsan el agua sobrante de las galerías, disolviendo los metales que encuentran a su paso. En general, se trata de caudales elevados que no permiten ser depurados por métodos convencionales y el hecho de emplear tratamientos activos supondría un coste de depuración anual muy elevado.
A falta todavía de algunas licencias menores, la idea ha logrado el reconocimiento como Proyecto de Interés Comunitario y se ha inscrito en el Registro Europeo de Patentes, la patente del sistema innovador que se utiliza en el proceso de depuración, según indica a estos micrófonos el ingeniero industrial responsable del proyecto, Pedro García Merayo.
Pedro García Merayo, ingeniero industrial del proyecto Navaleo
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A partir de Navaleo el propio equipo de CDR Tremor está sondeando la posibilidad de aplicar el mismo sistema en otras explotaciones mineras abandonadas en distintos puntos tanto dentro como fuera del país.
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A finales de 2024 lo que se construirá es, por decirlo de alguna forma, el cascarón de la cadena de depuración para lo que se iniciará la contratación de personal, que durante los cuatro años de ejecución se compondrá de una plantilla próxima a los 500 empleos directos.
Una serie de modificaciones técnicas introducidas sobre el proyecto original, el presupuesto global es de 274 millones de euros y afectará, incluyendo las líneas, a más de 400 parcelas privadas que serán ocupadas si logra superar la tramitación definitiva de utilidad pública.