Fiebre por la Copa del Rey en Aranda de Duero ante la visita del Real Madrid

Aranda de Duero

A las 9.15 horas el panorama en las calles Sol de las Moreras y Bajada del Molino de Aranda de Duero era muy parejo al de la noche anterior a falta de tres cuartos de hora para que la sede de la Arandina abriera sus puertas: colas de 200 metros -hasta la entrada del parking subterráneo- y dos horas de espera de media. En esta ocasión la posibilidad de conseguir entradas para el partido del año se ampliaba también al público general, y eso llamó la atención de arandinos y foráneos. Tanto es así que un joven de Aranda era el primero en colocarse a las 4.50 horas, con una silla de camping y una mochila -con un pin de Fernando Alonso incluido- en la puerta. "Es un partido único, no todos los años puede venir el Real Madrid a Aranda, y estoy esperando con mucha emoción. Toni Kroos es uno de los jugadores que más ganas tengo de ver", explica con ilusión.

De Aranda, Burgos y hasta Madrid

Tras él, otro grupo de personas que llegaban media hora más tarde, también de Aranda. "Soy madridista hasta la médula, pero el sábado quiero que gane la Arandina; la sigo mucho también y quiero que gane", reconoce, deseando ver "a Modric y a Kroos". En el tercer grupo, ya unos jóvenes de Burgos que se han sumado a la cola a las siete de la mañana, pegándose un buen madrugón. "Somos madridistas pero tiramos antes para la tierra. Es un acontecimiento histórico, pero nos gustaría que ganara la Arandina, y si el campo está encharcado serán las risas", dicen, seguidos de otro grupo de la capital ribereña, con ganas de ver "un hecho histórico", pero también con la ilusión de que "gane la Arandina" porque también dicen que "la tierra tira". En las colas, gente llegada incluso desde la capital de España. "Tenemos familia en Aranda y no nos lo queríamos perder", explican, aunque en este caso, "queremos que gane el Madrid siempre".

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Ilusión y paciencia

Avanzando en la fila alguno había sido previsor para llevarse hasta una silla, sabedor de que tocaría tener paciencia. "Encima la entrada no es para mí, sino para una amiga", comentaba entre risas. Una amistad muy grande y a tener en cuenta, por el esfuerzo realizado, sin duda. Y al final de la cola, una recién llegada de Burgos. "Hemos parado a desayunar en Lerma y nos hemos venido", dice, cuantificando la espera "en unas dos horas" y con al menos alegría para hacer que la mañana nubosa y lluviosa se hiciera más amena.

La ciudad se vuelca

A pesar del ritmo frenético de venta a primera hora, a las 12 horas se despejaba la sede del club, aún con entradas disponibles en los fondos del campo, dado que se han agotado las entradas de Tribuna y Grada Este. Entre tanto, la ciudad de Aranda de Duero se vuelca con el partido. Así, varios establecimientos cuelgan banderas blanquiazules, o camisetas y bufandas, y algunas viviendas hacen lo propio. Se espera un gran ambiente el próximo 6 de enero. Un día diferente en Aranda de Duero.

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