Su futuro en nuestras manos

Palencia

Esta semana en un diario de tirada nacional escribía una carta a la directora una joven de 26 años, periodista, que en este 2024 volverá a ser becaria, que vive con sus padres, no tiene capacidad de ahorro y ve que el tiempo pasa sin que le llegue una posibilidad para desarrollar su proyecto de vida.

Esta carta coincide con un estudio de una entidad bancaria que ratifica la precariedad en la que está sumida el colectivo de jóvenes en este país y las dificultades que encuentran para la inserción laboral. Salvado el obstáculo de encontrar el trabajo, llega el siguiente, las condiciones de este. Salarios bajos, los jóvenes tardan 7 años más que sus padres en alcanzar el sueldo medio; una elevada temporalidad, contratos de pocas horas… En definitiva, a duras penas una persona joven puede aspirar a independizarse, tener una familia si así lo desea y poder emprender su andadura vital.

Durante años se les ha criticado por su desgana e inacción, porque es más fácil echar balones fuera que abordar un problema como es el futuro que queremos para nuestros jóvenes. Y en esto Palencia no puede permanecer al margen porque, si de alguien depende esta provincia, es de las nuevas generaciones a las que estamos expulsando, más de 17.000 habitantes ha perdido la provincia en dos décadas, incapaces de darles oportunidades laborales decentes que les permita quedarse en esta tierra.