Un mal arbitraje deja sin premio a un buen Balonmano Zamora

Si hay que quedarse con lo mejor del sábado, hay que hacerlo con el partido del Balonmano Zamora, con la actuación de Doval, con el retorno de Jortos, con los buenos minutos de Freitas, con los momentos que dejaron Gigi y Felipe y con un Ángel Nieto que sintió el espíritu Viriato y por eso apretó hasta el final. Sin embargo, todo eso, no fue suficiente para tumbar a Guadalajara que se llevó el partido 23-24.

No fue suficiente porque Guadalajara es un equipo llamado a ascender, porque no se rindió en ningún momento, porque obligó a los zamoranos para hacer el máximo para triunfar y porque en el segundo tiempo supo igualar un partido que en la primera mitad fue desigual. Por todo eso y porque los colegiados fueron los tristes protagonistas.

No puede ser casualidad que el Balonmano Zamora nunca haya ganado con esta pareja arbitral, no es normal que después del despropósito arbitral se fueran riendo a la mesa y si es mucho más normal que se llevarán una sonora pintada al marcharse a vestuarios. Por el camino, una actuación que condicionó el partido de una forma que rozó lo delictivo.

Y es que el partido fue de claro color pistacho en el arranque hasta que los colegiados decidieron expulsar a Freitas y no señalar nada parecido en el otro área donde se permitía dar leña sin apenas exclusiones. Las decisiones le costaron una amarilla a Diego Soto y varios enfados por el camino ante un arbitraje desquiciante. Pese a ello, y con un gran partido de Doval, los zamoranos se iban 14-11 a vestuarios.

Fue una renta exigua visto lo que se había visto en el Ángel Nieto y en la segunda mitad la igualdad fue mayor y el arbitraje igual de lamentable. Guadalajara hizo méritos para cerrar la distancia, el Balonmano Zamora se atascó en ataque y los colegiados ayudaron a que los pistacho volvieran a perder. Y pese a ello estuvieron 58 minutos por delante. Al final, a este Balonmano Zamora, solo le quedaron las buenas sensaciones.