"Era un genio": el matemático de talento innato con ADN de Aranda

Aranda de Duero

Hace unos días Javier Cilleruelo volvía a ser noticia por el homenaje que, siguiendo los cauces oficiales y comenzado por una iniciativa popular en la pasada legislatura, recibirá en forma de reconocimiento por la ciudad que le vio crecer. Pero este ilustre matemático merecía un reconocimiento sonoro que explicara su relevancia y papel, y la SER lo ha realizado este jueves en compañía del hermano del propio Javier, César, que vive en Londres, y Rafa Miquel, que tuvo la suerte de compartir años de escuela e instituto con él, disfrutando por ende de su amistad. "Por un lado era un genio. Por otro lado amigo. Y por último, arandino. Podía haber nacido en Soria, pero ejercía de arandino como pocos", reconoce. "Realmente pensábamos que cada siglo no salen tantos destacados en Aranda, sea en artes, deportes o matemáticas. Y a él había que destacarlo. Y lo empezó prácticamente su profesor. Porque sus profesores eran los primeros en destacarlo. Hablamos con la familia y la viuda, y fuimos para adelante, siguiendo por sus compañeros de universidad y sus profesores", comenta.

"Se quedaban alucinados con él"

"Como Javier, sigo muy pegado a Aranda, escuchando la radio, leyendo las noticias, y buscando excusas para volver", comenta su hermano, que cuenta muchas anécdotas sobre él. "Mi hermano era tremendo. Se le daba todo bien, quizá peor la Educación Física, pero tenía predilección por las matemáticas. Y antes no había más salidas que ser profesor. Mi madre intentó convencerle de hacer otra cosa y dejó claro que si no hacía eso, no estudiaba. Se ha dedicado a cosas bonitas pero difíciles. Y era complicado seguirles, pero era muy respetable, un genio. Y el teorema que ya enfermo sacó con otro matemático, es que todo número entero se puede construir como suma de tres números capicúas. La demostración no era sencilla. Resolvía problemas que llevaban mucho sin resolverse, divulgaba las matemáticas... Recuerdo cuando en el instituto uno de los profesores que le descubrió les puso un problema que sin haber estudiado cálculo integral era casi imposible sacarlo. Al día siguiente nadie levantaba la mano. Y ve que levanta la mano mi hermano. Y contó lo avanzado, y se quedó alucinado", detalla.

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Un don musical, y una gran persona

Cilleruelo también era bueno en la música. "Tenía un don con la guitarra, el piano, el arpa... Estaba dotado para ello", añade César, confirmando que su hermano era tuno, y del Chilindrón, entre que Miquel destaca que "era uno de esos genios que no dejó de vivir la vida, de hecho, no estaba pensando todo el día en su profesión, era un genio que vivía socialmente, pero a veces se ponía a pensar, y la parte más creativa es cuando se nos fue". "Era un tipo preocupado por la injusticia, con un carácter progresista. Y recuerdo una conversación en la que le pregunté en qué estaba y me decía que estaba preocupado por si el mundo de los números primos era infinito o no".

Aunque regularmente le preguntaban si lo que hacía servía -y demostraba con el tiempo que sí- César y Rafa han querido destacar que "no nos salen tantos personajes destacados como él" y por ello "el que esa plaza por la que pasaba él regularmente porque vivía al lado tenga su nombre" no hará ningún daño, además, con una fórmula matemática que nadie entenderá, pero que llamará su atención. "Mi hermano escuchaba la música de los números, pero me gustaría insistir en el que él se sentía muy arandino, le encantaba traer a sus amigos y presumir de su ciudad. Nosotros como familia nos hemos querido mantener al margen pero nos ha encantado de que se le apoye desde sus amigos, y siempre que vemos algo publicado sobre él nos llena de orgullo e ilusión", sentenciaba César, que pronto tendrá una nueva excusa para regresar a su Aranda: el reconocimiento, más que merecido, que su hermano recibirá en forma de plaza.

La charla al completo con ambos puede reproducirse en el audio superior.