Opinión

Vivo sin vivir en mí. ¿Habré sido terrorista?

La Firma de Javier Gómez Caloca

Vivo sin vivir en mí. ¿Habré sido terrorista?

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Palencia

Buenos días. Si cortar una autovía es terrorismo; si intentar paralizar el transporte público, sea un aeropuerto, la salida de trenes o autobuses, es terrorismo; si limitar el acceso a establecimientos y organismos, aunque sea haciendo una sentada, es terrorismo; si agresiones anónimas a policías durante el desarrollo de movilizaciones es terrorismo; si participar en la organización de este tipo de actos es terrorismo…no puedo más, pongo fin a este sin vivir en el que llevo días y confieso: he sido terrorista. Asumo mis actos del pasado, aunque como no tengo siete diputados ni me arrepiento, Feijoo no me indulte.

Como sindicalista participé en la organización de cortes de carreteras y autovías, (el tren se nos resistía y aeropuertos no tenemos), en el bloqueo durante horas de las Cortes regionales, compré, almacené y distribuí palillos, silicona y loctite para atentar contra las puertas de la propiedad privada y de los centros administrativos en todas y cada una de las huelgas generales; hasta grandes petardos explosivos. Todo terrorismo y mucho terrorismo, parece.

Es evidente que intentar manipular la realidad calificando como terrorismo lo que nunca ha sido obedece a una escalada más en la repetida estrategia del PP de embarrar la política nacional cada vez que no Gobierna.

No estaríamos así si Puigdemont en las reuniones de agosto, primero negadas, después reducidas a un cafelito con un concejalillo y ahora reconocidas, si cuando el PP se quitó el cinto (ofreciendo favores judiciales) y estaba presto a bajarse los pantalones (indulto a la carta, porque la amnistía, eso sí después de pensarlo 24 horas, les venía mal en ese momento), si Junts, insisto, no les hubiera puesto ante el espejo: Te estimamos Alberto, somos de derechas como tú, pero con la extrema derecha que quiere ilegalizarnos y acabar con las autonomías no vamos a votar para hacer vicepresidente a Abascal. Hasta con ERC hubo tratos, con Bildu ya tiene experiencia Maroto. Esta es la historia que, a pedazos, se va conociendo, con Ayuso afilando el puñal. Cuanta mentira y cuanta hipocresía.

Terrorismo fue el tiro en la nuca a Gregorio Ordoñez, terrorismo fue el asesinato de Miguel Angel Blanco o el de Tomás y Valiente, terrorismo fueron los coches bomba en el cuartel de Vic (10 muertos) o los del Hipercor de Barcelona (21 muertos), terrorismo fueron las bombas en los trenes del 11-M (192 muertos). Terrorismo fueron cada una de las acciones de ETA que acabaron con 853 personas, las del GRAPO que acabaron con 88 personas y, también, las 18 del Batallón Vasco Español y las 27 del GAL.

Terrorismo fue lo que se llevó por delante a los siete Guardias Civiles palentinos asesinados por ETA y que fueron homenajeados el pasado septiembre en la Comandancia, en presencia de lo mejor del PP: Miguel, Luciano, Francis, Antonio, Juan, Justino y Adrián. Eso fue terrorismo. ¿cómo se lo explicarían ahora, a la cara, a las familias de estos asesinados?

Comparar, como hace el PP y la extrema derecha, algunos tertulianos de argumentario y bastantes medios de comunicación, este reguero de sangre con los desórdenes públicos del procés, con los que se dan en conflictos sociales y laborales, ya fuera en los astilleros, en las minas o en las tractoradas es banalizar a las verdaderas víctimas del único terrorismo. Es asqueroso y repugnante.

Esto no va de terrorismo bueno y terrorismo malo, esto va de terrorismo y de lo que no es, ni ha sido nunca, más que desórdenes públicos, por agravados que sean.

 
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