Los "tudancas"

León

Nuria Rubio, secretaria de organización de los socialistas leoneses y cabeza de lista en las elecciones regionales, acaba de ser apartada de su cargo en las Cortes de Castilla y León por decisión personal de su secretario regional. Es la penúltima pieza que Luis Tudanca mueve en su tablero particular que trata de reorganizar para sobrevivir a su cada vez mayor debilidad política.

La práctica totalidad de la vida laboral de Tudanca, con la Licenciatura en Derecho bajo el brazo, está vinculada con la actividad política: tiene 45 años y lleva veinte cobrando nóminas provenientes de ocupar cargos tanto de libre designación como electos.

Desde hace tiempo ha perdido la confianza del núcleo que gobierna el socialismo español. Causa suficiente para desestabilizar a un dirigente con escaso bagaje político para caminar sin bastón protector. No se sabe si ha llegado a rezar, como los curas toledanos para que el Papa se muera, pero sí se conoce que Luis Tudanca ha formado parte y sigue de un grupo de dirigentes regionales y provinciales que llevan meses moviendo sus caderas fuera de la pista de baile.

Tocó el poder con los dedos en las elecciones a la presidencia de la Junta de 2019, en las que obtuvo 35 procuradores. El sueño duró poco y la frustración parece haber dejado muy tocado a este burgalés sin otro oficio a la vista que la actividad pública.

De mirada corta, Tudanca está usando ceses y nombramientos de cargos institucionales y cargos orgánicos, sin otra justificación que su propio interés político. No está justificado su intento de desestabilizar la dirección de la mayor federación socialista de la Comunidad. No se explica, salvo conspiración por medio, la incorporación a su ejecutiva a una desconocida diputada socialista leonesa que ni vive, ni sueña en estas tierras.

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No se entiende, salvo que, como los curas toledanos, en el grupo “tudancas” estén rezando una misma plegaria similar.