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"En Castilla y León somos más viejos y vivimos más solos"

Según el INE 7 de las nueve provincias de la comunidad están entre las 10 con más habitantes solitarios de España. En el medio rural son más los hombres mientras que en las capitales son más numerosas las mujeres

La soledad de los mayores / Getty Images

Palencia

Según los datos del Instituto Nacional de estadística, INE, publicada en 2021 acerca de la vivienda en España, se deduce que en un 33,33% de ellas de castilla y León vive una sola persona, son 6,3 puntos más que en el conjunto del país. Según esos mismos datos, el 14,3% de los habitantes de la comunidad viven solos. Castilla y León es la comunidad con mayor porcentaje de personas viviendo en soledad, casi 4 puntos más que la media nacional del 10,5%.

Entre los datos más llamativos destaca que 7 de las nueve provincias de la comunidad están entre las 10 con más habitantes solitarios. En cabeza del país está Zamora con más del 16% de su población viviendo en soledad. el pódium negativo lo completan Ávila (casi 16%) y León (15%). Soria, salamanca, burgos y Palencia completan nuestra presencia entre las diez provincias más “solitarias”, las cuatro por encima del 14%. Las 9 provincias están por encima de la media nacional de personas que viven solas. Los hogares de una sola persona casi se han doblado en Castilla y León desde el censo de 2001 una progresión que nos lleva a deducir que estas cifras podrían doblarse en los próximos años. Entre las capitales de provincia (50 + Ceuta y Melilla) la situación no es mejor. Siete de las nueve capitales de Castilla y León están entre las diez donde más hogares unipersonales hay. Palencia se sitúa en el ámbito provincial en el décimo lugar mientras que, entre las capitales de provincia aparece en el séptimo. Unos datos que según el sociólogo Javier Gómez Caloca nos sitúa dentro de la media regional.

Porcentaje de personas que viven solas por provincia

Porcentaje de personas que viven solas por provincia / Javier Gómez Caloca

Por sexo, el 53% de hogares de una persona son mujeres, frente al 47 % hombres. Por edades, se repiten los mismos porcentajes: 53% menores de 65 y 47 % mayores. Pero, correlacionando sexo y edad encontramos que, entre las personas menores de 65 años, hay casi 10 puntos más de hombres, debido al fuerte componente rural de nuestra población, con alto grado de masculinización y soltería. Y, entre las personas mayores de 65 años el peso de la mujer es casi el doble que el de hombres, 31,3 % frente a menos del 16% los hombres. Más presencia de la mujer en soledad en las capitales de provincia, peso específico de las situaciones de viudedad derivada de la mayor esperanza de vida de la mujer.

Porcentaje de población de las capitales de Castilla y León que vive sola

Porcentaje de población de las capitales de Castilla y León que vive sola / Javier Gómez Caloca

Caloca insiste en que se deben poner en marcha políticas dirigidas a revertir estas situaciones, por un lado, se debe apostar a que las personas vivan todo el tiempo posible en sus casas, las personas necesitamos interactuar en el entorno social, el contacto físico y social. Las Administraciones, tienen que fomentar, apostar por el envejecimiento activo para que, aunque las personas vivan solas al menos tengan contacto social, salgan de casa, acudan a actividades donde interactuar con otros. no puede ser que las únicas alternativas a la soledad no deben ser, como parece que, apuesta la Junta de Castilla y León, el internamiento en los centros residenciales

La teleasistencia "está bien, pero forma parte de un mundo analógico hoy superado por las posibilidades de la Inteligencia Artificial. Una domótica específica para este tipo de hogares, permitiría saber al instante los percances que puedan sufrir estas personas. Hoy la tecnología permite que nadie esté en soledad en ningún momento, pero, no olvidemos que el contacto humano de la familia, de los amigos, es insustituible. El derecho a un envejecimiento activo tiene que ser real."

Los datos, si tenemos en cuenta los cambios demográficos (envejecimiento que va a más), socioculturales (la desaparición de la familia que convivía en el mismo hogar padres, hijos y abuelos), aventuran un incremento de la soledad y, en consecuencia, de muertes en soledad. El internamiento en un centro residencial tiene que ser la última opción, más cuando en no pocos casos no se garantiza la atención más adecuada.