El detenido en Gamonal con explosivos no era un terrorista y llevaba poco de traficante
Se trata de un hombre de 31 años con antecedentes por Violencia de Género y quebrantamiento de condena, además de haberse significado en los disturbios de 2014 en Gamonal
Burgos
El hombre de 31 años detenido el pasado fin de semana, en cuya vivienda y garaje se encontraron explosivos y droga, no era un terrorista y llevaba poco tiempo dedicándose al narcotráfico. Así lo ha explicado hoy el capitán de la Brigada de Información de la Guardia Civil en Burgos, Alejandro Hernández.
Al parecer, se trata de un amante de los artefactos pirotécnicos, aunque tenía en una lonja cerrada dentro de un garaje comunitario subterráneo más de 60 sustancias para la fabricación de explosivos, parte de ellas compradas de manera ilegal, incluso fuera de España.
La detención se produjo el viernes en Lerma, cuando el hombre se dirigía a Madrid, presuntamente para vender los 6 kilos de ‘speed’ que llevaba en el vehículo.
Se trata de un hombre con antecedentes por Violencia de Género y quebrantamiento de condena. También se había destacado en los disturbios de 2014 en Gamonal.
Sin embargo, en este caso, el riesgo era que guardar precursores de explosivos en un lugar cerrado supone un riesgo importante de que puedan explotar con la mínima chispa. El laboratorio estaba bajo viviendas, establecimientos públicos y hasta un parque infantil.
El detenido, que ha ingresado este lunes en prisión, era experto en el manejo de explosivos y había trabajado en varias empresas de pirotecnia.
En el registro, los guardias civiles encontraron también una importante cantidad de droga, concretamente 25 kilos de ‘speed’, con un valor en el mercado negro de algo más de un millón de euros.
La investigación que ha terminado con esta operación, denominada ‘Marco Polo’ se inició el pasado mes de septiembre, cuando la Guardia Civil supo que había una persona en Burgos que estaba buscando materiales para fabricar explosivos. La operación ha requerido la intervención de especialistas de varias unidades de la Guardia Civil, incluidos los Tedax y perros, para la detección de explosivos y de droga.