Trabajo sin horas
Las Claves de Doroteo González, economista y asesor de empresas

Palencia
Los horarios de la hostelería siguen en el epicentro de la conversación pública sin superar la tesis de que la situación es efecto de la tradición o, recientemente, que allá donde más tarde cierra un bar es muestra de un territorio de libertad. Oímos a políticos y empresarios y nada a las plantillas que sacan adelante esos negocios.
Cuando a alguien le dicen que su trabajo es un trabajo sin horas, cuidado. Recordemos aquella declaración, autorizada, de que “en este sector siempre se ha trabajado media jornada, de 12 a 12” (sic).
Y luego estamos los poco concienciados clientes que cuando salimos a disfrutar de nuestro tiempo de ocio no tenemos prisa; solicitamos consumiciones a altas horas y alargamos sobremesas de una manera que no aprobaríamos en nuestros hogares ni a los locales debajo de casa el día que queremos descansar. Deberíamos hacérnoslo mirar todos, ¿o no?




