Comunales de estos tiempos

Palencia

De todo corazón mi felicitación para el ayuntamiento de Paredes de Nava (Palencia) que ha peleado, como bien saben hacer los paredeños, hasta conseguir una sentencia que abre camino a terminar, o al menos modificar, con esas formas de aprovechamientos que han devenido injustísimas y excluyentes con el paso de los años.

Lo vengo defendiendo en los foros en que se me ha permitido hablar y por fin lo puedo celebrar. Los secretarios de los ayuntamientos, que hemos tenido la dudosa suerte de trabajar en municipios que aún disponían de esa figura tan antigua como inoperante y conflictiva que son los bienes comunales, sabemos muy bien lo injusto que puede resultar su explotación actual con criterios costumbristas del año de la pera, que en origen beneficiaban a todos los vecinos y ahora solo a unos pocos. Los problemas de convivencia y enfrentamientos personales en pequeñas comunidades han acabado, en no pocas ocasiones, en los juzgados e incluso con penas de cárcel para los prevaricadores a la hora de adjudicar su explotación sin normas claras y por tanto sometidas a interpretación.

El supremo tribunal considera en sus argumentos que ese destino principal que fue en origen ya no lo es, puesto que las casi mil hectáreas en cuestión son explotadas por 71 agricultores mientras que el pueblo tiene 1.900 habitantes. De modo, que hoy su primitivo uso agrícola tiene que ser compatible con otros usos industriales. Si el ayuntamiento de Paredes consigue un ingreso extra de 600.000 euros al año por el arrendamiento de 460 has., para instalaciones eólicas y fotovoltaicas, podrá ofrecer mayor calidad de vida al común de los paredeños. Otro punto importantísimo es que para obtener el máximo beneficio y la cualificación técnica necesaria se pueda abrir en subasta pública al mejor postor sin la exigencia de que los ofertantes sean vecinos.

Por último, valora la sentencia el interés social, como es el fomento de las energías renovables de cara a los compromisos sobre cambio climático y reducción de emisiones en los acuerdos de París de 2015.

Una sentencia, que además, crea jurisprudencia, es decir que puede servir como argumento y fundamento doctrinal de derecho para otros casos similares en cientos de municipios con este tipo de bienes denominados comunales que ya no cumplen su cometido en la realidad.