Palomares de Guaza de Campos y Torremormojón (Palencia) entran en la Lista Roja del Patrimonio
Hispania Nostra evidencia el lamentable estado de conservación de estas edificaciones
Palomares de Guaza de Campos (Palencia) / Hispania Nostra
Palencia
El conjunto sur de palomares de Guaza de Campos y el conjunto de ese mismo tipo de edificaciones de Torremormojón, ambos en la provincia de Palencia, han entrado en la Lista Roja del Patrimonio. Es el listado que elabora la Asociación Hispania Nostra y que evidencia el mal estado del patrimonio arquitectónico de España. Cada vez son más los elementos que engrosan esta lista. Empecemos con con el conjunto de palomares de Guaza de Campos.
Historia:
Los palomares son excelentes ejemplos de arquitectura vernácula de la Tierra de Campos, a los que pertenecen los de Guaza de Campos (existencia acreditada en el siglo XX) y cuya función era la cría de palomas para autoconsumo. Es posible que estos palomares existieran desde la época romana, proviniendo el término «palomar» del latín columbarium – palabra que se utilizaría por la semejanza de estas estructuras con los nichos donde colocaban las urnas cinerarias. Debido a su utilidad durante la Edad Media, se promovió su protección con la Ley de Protección de los Palomares de 1465, otorgando a los propietarios de estas construcciones mayor privilegio e, incluso, siendo referenciados por autores como Cervantes o Delibes.
En el siglo XIX vivieron su época de mayor esplendor, pudiendo llegar a existir más de diez mil en Castilla y León, y ya en el siglo XX fueron de gran utilidad para el consumo particular de las familias. Actualmente, Palencia y Valladolid cuentan con la mayor cantidad de palomares, contabilizando en la provincia de Palencia hasta mil, de los que el 45,9% son de tipología circular con o sin patio, 52,4% cuadrados o rectangulares y el 1,7% son poligonales o de otras formas. De todas estas construcciones se calcula que un tercio se encuentran en mal estado o en ruina y aunque algunas se han recuperado, de los palomares de Guaza de Campos tan sólo uno ha sido restaurado.
Descripción:
El conjunto de palomares de Guaza de Campos se sitúa en la zona sur del pueblo junto a la carretera P-951, emplazado en una parcela rústica. Cuenta con un total de nueve palomares, de los cuales siete están agrupados a escasos metros unos de otros, mientras que dos de ellos se encuentran ligeramente más separados: uno se ubica al otro lado del camino que conecta de forma perpendicular con la carretera P-951. Además de este conjunto, en la zona norte del pueblo se hallan otros seis palomares, mejor conservados.
En los materiales compositivos del conjunto sur predomina el barro (tapial y adobe), ligado a los recursos naturales del entorno. El proceso de construcción del palomar comenzaba con un zócalo de piedra como base, seguido de hileras de tapial y finalizando con una parte de adobe. Cuentan también con ladrillos en los aleros, cortavientos y filigranas, así como la madera y las tejas que componen la cubierta. El interior está constituido por muros en los que destacan nidales en forma semicircular.
La tipología de seis de ellos es circular, cuyos muros internos están dispuestos en forma de anillos concéntricos, mientras que otros tres cuentan con una base cuadrangular con sus muros internos construidos en paralelo a los externos.
Grado de protección legal:
Tierra de Campos está catalogada por la Junta de Castilla y León como “Paisaje cultural” (Tierra de Campos en la pintura).
Estado de conservación:
El estado de conservación de los palomares del conjunto sur es muy deficiente y corre riesgo de desaparición, lo que supondría la pérdida de una seña de identidad tanto del municipio como de Tierra de Campos. Ya en el año 2009, según el inventario Araduey-Campos, se localizaban once palomares en la zona sur: dos estaban en mal estado, tres eran restos, cuatro ruinas y uno presentaba un buen estado. El Colegio Oficial de Arquitectos de León califica desfavorablemente los nueve palomares que aún perviven.
En la actualidad, tan sólo uno de los palomares se mantiene en condiciones aceptables, al haber sido intervenido, mientras que el resto presentan un estado de abandono y gran deterioro tras la pérdida matérica, la falta de consolidación y el derrumbe de algunos muros. El entorno es poco accesible ya que los terrenos están invadidos de maleza, hecho que dificulta su visita, al igual que la ausencia de carteles informativos, que imposibilita la correcta identificación y difusión de los palomares.
Palomares de Torremormojón (Palencia) / Hispania Nostra
En cuanto a los palomares de la localidad palentina de Torremormojón, Hispania Nostra también acompaña la imagen de su estado con amplia información que reproducimos a continuación.
Historia:
Los palomares de Tierra de Campos parece que pudieron existir desde la época romana, como demostraría la propia procedencia del término palomar del latín “columbarium”, palabra empleada probablemente por la semejanza de estas estructuras con los nichos donde colocaban las urnas cinerarias. Durante la Edad Media su uso se extendió al punto de promoverse la Ley de Protección de los Palomares del año 1465. La posesión de una estructura de estas características suponía un gran privilegio. No obstante, alcanzaron su época de mayor esplendor en el siglo XIX, llegando a contabilizarse hasta diez mil palomares en Castilla y León. En la centuria siguiente siguieron siendo de gran utilidad para el autoconsumo de las familias.
Estas estructuras son especialmente representativas de la comarca Tierra de Campos, la cual abarca las provincias de Zamora, León, Palencia y Valladolid, encontrándose la mayor concentración en estas dos últimas. Más concretamente, en territorio palentino se contabilizan alrededor de mil palomares, de los cuales, atendiendo a Malmierca, M. (2003), el 45,9% son de tipología circular, tanto con como sin patio; el 52,4% cuadrados o rectangulares y sólo el 1,7% son poligonales o de otras formas. De todos estos se calcula que un tercio se encuentran en mal estado o en ruina.
Descripción:
En Torremormojón se alza un gran conjunto de palomares, que constituye otro de los grandes ejemplos de este tipo de construcciones de la Tierra de Campos. No obstante, presentan un estado de conservación deficiente que pone en peligro su conservación. Podemos subdividir el conjunto principal en tres grandes grupos, además de otros tres palomares que se encuentran a cierta distancia del resto (aunque visibles desde los mismos). Todos ellos se ubican en las afueras de la localidad.
El conjunto está formado por diecisiete palomares según datos de la Diputación de Palencia. En su mayoría son palomares de tipología circular, varios de los cuales presentan también patio interior, a excepción de uno de ellos, de base rectangular. No obstante, el inventario Araduey-Campos de 2009 registró un total de veintitrés palomares en el municipio, de los cuales únicamente nueve se encuentran en buen estado de conservación, mientras que el estado de otros tres se calificó como regular y uno como malo. De los restantes, cinco se catalogaron como ruina y de otros cinco apenas se conservan ciertos restos.
En cuanto a los materiales en este conjunto de palomares predomina el barro (tapial y adobe), pero en varios de ellos se han introducido diferentes tipos de ladrillo en varias fases de restauración que al mostrarse sin enfoscar reduce la calidad estética de estos y la armonía del conjunto.
Grado de protección legal:
Catalogado por la Junta de Castilla y León como “Paisaje cultural” (Tierra de Campos en la pintura).
Estado de conservación:
En el primer grupo de cuatro palomares al menos dos de ellos se hallan en mal estado (uno de ellos ruinoso); un segundo subgrupo situado junto al cementerio con otros cuatro palomares también están en mal estado (dos de ellos sufrieron rehabilitaciones con ladrillo, pero actualmente muestran pérdida de densidades y desprendimientos, por lo que su estado se puede calificar como malo; otro está claramente en ruinas). La imagen satélite de este subgrupo muestra que todos han perdido su cubierta. El tercer subgrupo, situado a bastante distancia de la localidad, cuenta con tres palomares de los cuales dos están en ruinas y el central en buen estado. En último lugar, se observan varios próximos al pueblo y protegidos por una tapia, de los cuales algunos aparentemente se conservan en buen estado y al menos uno regular. Por último, tres palomares, dos en buen estado y otro en ruinas, se encuentran algo más aislados.
