Nuevas normas para viejas fórmulas

Palencia

Esta semana el Parlamento Europeo aprobaba la directiva sobre la relación laboral que existe entre las personas trabajadoras y las plataformas digitales como Uber o Glovo; esto implica que, siguiendo la estela marcada por España hace tres años, Europa apuesta por mejorar las condiciones de trabajo de los empleados y empleadas de este sector.

El tipo de trabajo que fomentan estas plataformas se está multiplicando en los últimos años por las formas de consumo y por las nuevas tecnologías, pero las relaciones laborales empleadas son viejas conocidas y pasan por optar por la figura del falso autónomo, que da menos garantías a los trabajadores y trabajadoras y recorta considerablemente sus derechos, como vacaciones, salario mínimo o permisos retribuidos.

Es una figura tan explotada que solo hay que recordar el caso de Embutidos Rodríguez, en la vecina provincia de León. Este caso llegó al Supremo que reconoció la relación fraudulenta de más de 400 operarios, que eran empleados como trabajadores por cuenta propia, cuando deberían ser por cuenta ajena.

Esta realidad está ahora más presente que nunca por lo que se hace necesario una regulación como la española o como la que ahora ha recibido el visto bueno de Europa, para que las plataformas dejen de abusar de sus plantillas, abandonen las condiciones precarias del sector y empiecen a aplicar los derechos laborales propios del siglo XXI.