José Antonio y Julio César
La opinión de Ángel Santiago Ramos (21/3/2024)
León
Desconocemos si el presidente del Círculo Empresarial Leonés, Julio César Alvarez, tiene intenciones de ampliar sus dedicaciones y se prepara para asaltar los cielos de la vida política. El tono y el fondo utilizado en su última intervención en un acto institucional son mas propios de un político en campaña que de un dirigente empresarial.
Que sepamos, ni los estatutos del CEL, ni los intereses de sus asociados, avalan un discurso político tan inadecuado, impertinente y tan metido en el barro de la virulenta confrontación política en la actualidad. Sus palabras provocaron el abandono de la sala de los cargos socialistas que habían sido invitados al acto. Todos, menos el alcalde de la ciudad que, con su acompañante, prefirió no secundar el gesto de protesta de sus compañeros.
Lleva tiempo José Antonio Díezmás cerca de bendecir a los apóstoles de la iglesia católica que de apoyar y ocuparse de las numerosas causas sociales que llenan su propio programa de gobierno y la mochila de un alcalde socialista que se precie de ello.
Al estilo del exministro del Interior, el popular Fernández Díaz, que concedió la Medalla de Oro al Mérito Policial a la virgen María Santísima del Amor, el alcalde Díez Díaz acaba de ofrecer la Medalla de Oro de la ciudad a la iglesia del Mercado. Es el máximo reconocimiento civil de la ciudad que, en palabras del primer edil, reconoce su tarea pastoral, caritativa y asistencial. Es la parroquia de gestión y referencia de sacerdotes y fieles pertenecientes al movimiento ultracatólico Camino Neocatecumenal.
Con el agua bendita entre sus manos, no es extraño que este alcalde se muestre contrariado por la convocatoria del congreso provincial de su partido en Domingo de Ramos. Tendrá que elegir entre lo religioso o lo profano.