La Zona de Bajas Emisiones del PP y Vox en Burgos será menos restrictiva que la del PSOE
El equipo de Gobierno apuesta por una “sencilla” norma que prevé el control mediante cámaras. Tendrán acceso vehículos con distintivo ambiental e históricos
Burgos
El nuevo modelo de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de la capital burgalesa será menos restrictivo que el aprobado en su día por el PSOE, anulado después por los tribunales. Afectará a la zona ya peatonalizada y a varias calles de su entorno. De hecho, el concejal de Movilidad, José Antonio López, cree que la normativa estatal perjudica a ciudades como Burgos a la que se obliga a ampliar la zona incluida, pese a tener mayor superficie peatonal que otras ciudades.
La limitación que plantea la propuesta llegaría por la zona norte hasta la calle Francisco Salinas, por el sur hasta la calle Miranda, por el oeste hasta el paseo de los Cubos y por el este hasta la calle de San Lesmes. Además, propone incluir la calle Francisco Salinas y la parte no peatonal de las calles Fernán González, Doña Jimena y San Esteban, hasta la pasarela de la Evolución, puente de Santa María y paseo de la Audiencia.
Se permitirá la circulación de vehículos hasta con la etiqueta B. El sistema que se utilizará para el control de vehículos y su acceso a aparcamientos, talleres y otras instalaciones fundamentales se realizará mediante un sistema de cámaras, similar al que se utiliza en Madrid Central.
Al reducirse la Zona de Bajas Emisiones se reducirá también el número de cámaras necesarias para el control, por lo que el Ayuntamiento negocia con la concesionaria una revisión del contrato firmado en su día. Otra diferencia con el modelo anterior es que después de la entrada en vigor de la zona de bajas emisiones no habrá sanciones durante seis meses.
El concejal ha explicado que la implantación de la Zona de Bajas Emisiones no solo tiene en cuenta el nivel de contaminación, también otros factores. Uno de ellos es la falta de aparcamiento, lo que ha llevado a incluir el casco histórico alto pese a la oposición de los vecinos. De hecho, en Burgos la contaminación no es un problema tan grave como en otras ciudades.
En todo caso, la Zona de Bajas Emisiones tiene por delante una tramitación compleja que hará que las cámaras no puedan empezar a instalarse hasta principios del próximo verano en el mejor de los casos. Antes del 31 de diciembre de 2025 deberían estar todas instaladas para no perder siete millones de euros de fondos europeos.