¡A la gran flauta! El Athletic campeón
La Firma de Javier Gómez Caloca
¡A la gran flauta! El Athletic campeón
Palencia
Buenos días, en Argentina se utiliza la expresión ¡A la gran flauta! para expresar admiración o sorpresa positiva ante algo, para demostrar, espontáneamente, una gran alegría.
El sábado, tres horas de sufrimiento y cuarenta años después, para los que somos del Athletic, fue la gran flauta, tanto que el día siguiente fui a trabajar con la camiseta del centenario.
Supongo que como muchos niños nacidos entre el 60 y el 70, me hice del Athletic por Iríbar; aquel gigante en blanco y negro que hacía que a los delanteros se les apareciera una portería de hockey en un campo de futbol. En los 70 el regalo obligado por la Primera Comunión era una medalla de alguna advocación mariana; mis padres me preguntaron sobre mis deseos y cambié la medalla por un balón de cuero, un balón de reglamento, como se decía entonces. Hasta que no me lo entregaron al final de la comida en la Fonda Relea de Saldaña, no las tuve todas conmigo, en casa madre era, lejos de la beatitud rancia que se estilaba entonces, de la Virgen del Brezo y de la Virgen de la Luz, de la que había tomado el nombre.
En Piedrasluengas, con siete años, cuando los otros dos niños, Juan Luís y Wladi, vivían al otro lado del puerto y las hermanas eran poco de balón, mi rival y compañera de entrenamientos era la pared del Pajar de Juntas que, infalible, me devolvía todos los balonazos; si los atajaba, era paradón de Iribar…si no, pues otro punterazo a ver si era propicio para una palomita. Mi padre, que había hecho la mili, la de dos años, entre Loyola y Ayete, era de la Real pero, más allá de las típicas bromas, siempre lo llevamos bien.
El cariño al Athletic se fue extendiendo por esta provincia al tiempo que los jóvenes de La Pernía, de la Valdavia o de la Peña se iban en busca de una vida mejor y llenaban la industria de la margen izquierda, la Naval, Altos Hornos, etc. Ahí siguen
en Bizkaia casi 13.000 palentinos de nacimiento. Hacerse del equipo que unía, y une hoy, a todos, a la burguesía de Neguri y a la clase obrera de la margen izquierda, a los aldeanos y a los de Bilbao fue, para ellos, también, una forma de integración y, en sus regresos anuales, traían a los pueblos esa referencia de un equipo Unique in the world.
Ese éxodo lo realizó parte de mi familia política de Baños de la Peña. El tío Miguel, siguiendo a hermanos mayores, aquí la tierra no daba para tantos, se fue, entró en la Naval, donde llegó a soldador de primera, y se asentó en Portugalete. A estas horas ya estará descendiendo hasta la ría, a coger sitio cerca del puente a esperar a la gabarra, qué envidia, igual con sus nietos y, desde arriba, muy por encima del Puente Colgante, no faltara la tía Munsuri desde un lugar preferente; San Mames tiene mucha mano y habrá guardado los mejores sitios para los fieles de la Catedral.
Se agolpan los recuerdos como aquel 14 de febrero del 80 cuando no pocos nos corrimos la clase en el Jorge para ir a la vieja Balastera a ver a Sarabia, Goico y compañía, cuando empezaba a forjarse el campeón. Después la Ley Bosman, el mercantilismo, o la libre circulación de trabajadores nos lo han puesto muy difícil pero ahí seguimos fieles a nuestra historia.
Del viejo Athletic se hicieron mi sobrino y mi hija que salió el sábado de casa con la camiseta de nuestro equipo. Hoy no somos un equipo de aldeanos con el mismo RH sabiniano, nunca lo fuimos, somos copia de la sociedad actual, tenemos a los Williams, hijos de la valla de Melilla, grandes futbolistas pero gigantescos ejemplos para nuestros jóvenes. Ellos me reafirman en mi elección.
A disfrutar de la gabarra y, como dijo el Chopo al Borbón: Hasta el próximo año.
Sigue el canal de la SER en WhatsApp
Encontrarás toda la información, el deporte y el entretenimiento: la actualidad del día y las noticias de última hora, los mejores vídeos y momentos de la radio, entrevistas, reportajes y mucho más.