Elisa, madre de Fabio, consigue que la monitora del transporte escolar tenga formación en el trato con personas con discapacidad

Valladolid

Por primera vez en mucho tiempo Elisa sonríe tras una reunión relacionada con su hijo Fabio. En un encuentro mantenido con responsable del colegio Pedro I de Tordesillas y la Dirección Provincial de Educación, se llegó a acuerdos que considera favorables para su hijo. Acuerdos que, por otra parte, llevaba tiempo reclamando y que quizás hubieran evitado los problemas de las últimas semanas.

Para empezar, aceptan que el monitor o monitora que acompañe a Fabio en el transporte escolar tenga nociones de cómo tratar con menores con discapacidad. Esto es algo que Elisa lleva demandando años, pero que hasta ahora no ha conseguido. Eso sí, desconoce si se buscará una nueva persona con formación o se ofrecerá a quien ahora cumple esa función formación al respecto.

Además, en el caso de que Fabio sufra una crisis disruptiva -crisis que no puede controlar y no obedecen a su voluntad- le darán un tiempo en un aparte del aula para que se calme. También se acerca mucho a lo que reclamaba Elisa que era contar con un aula de relajación para que estos alumnos pueden calmarse en caso de sufrir alguna crisis. No se trata de un aula pero una zona apartada dentro del aula sustitutiva donde da clase puede ser una buena solución. Es más, en esos casos, si la medida no surtiera efecto, el protocolo establece que se llamará a sus padres para que puedan acudir a buscarlo, extremo este al que Elisa nunca se negó.

Llega tarde

El único 'pero' que le pone a la reunión es que debería haber llegado antes: "Yo creo que ha sido una reunión productiva... el pero es que, tal y como les he dicho, esta reunión debería haberse producido mucho tiempo antes del castigo que recibió el niño antes de Semana Santa quitándole el transporte escolar. Nunca es tarde, pero esto podría haberse resuelto mucho antes en vez de con castigos, llegando a acuerdos como en esta reunión".

También han hablado sobre el reglamento interno del colegio. Ha sido recientemente modificado y ahora contempla castigos también para los niños con discapacidad que provoquen problemas en el uso del transporte escolar. Además de incluir esto, se habla directamente de "taxis" que es el vehículo que utiliza Fabio para ir a clase desde San Pelayo, municipio en el que reside con su familia. Elisa siempre ha interpretado esto como una añadido ad hoc, aunque el centro lo ha justificado como una forma de hacer más inclusivo el texto.

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Veto del transporte escolar

Esta reunión pone fin al problema que ha vivido esta familia en torno al transporte escolar. Antes de la Semana Santa, Elisa fue informada del cambio del protocolo en lo referente a esto; se le informaba de que, para garantiza ra seguridad de monitora, conductor y alumno, en el momento en que Fabio tuviera una crisis, no se le montaría en el taxi y se les llamaría.Nunca se negaron a ello,pero poniendo como condicion que no le sedaran ni ataran sin estar ellos presentes.

Pero después de eso, se dio un paso más y se le vetó el uso del transporte escolar, lo que obligó a su padre a cubrir los trayectos, con los consecuentes problemas de conciliación laboral que ello supone. Lo más sangrente del asunto es que Elisa nunca llegó a recibir una explicación oficial por parte de la Junta, que sí habló para los medios de comunicación -una semana después, eso sí, de que esta redacción se pusiera en contacto con ellos-. El portavoz del ejecutivo autonómico explicó que estaban estudiando una fórmula "más segura", aunque el servicio se reanudó el lunes siguiente en las mismas condiciones en que se desarrollaba hasta entonces.