Langa tiene un nuevo escritor: Iván Antonio-Enríquez

Ávila

Para Iván Antonio-Enríquez lo primero fue el teatro. En su Langa natal hizo los primeros acercamientos a la literatura en un municipio donde las letras tienen dos representantes máximos: el Premio Cervantes, José Jiménez Lozano y Jacinto Herrero considerado para muchos el mejor poeta abulense del siglo XX. Ese impulso juvenil se intensificó con la creación de la Asociación Cultural La Queda en Arévalo, donde vive y para la que ha escrito varias obras. En total tiene una veintena de ellas estrenadas, desde sainetes y recreaciones históricas a rutas teatralizadas.

Después vino la novela. A finales de 2019 publica 'Impulso', una obra de denuncia del acoso escolar. 'El último acorde' y 'Donde habita el silencio' fueron las dos siguientes que forman parte de un conjunto denominado 'La voz prestada' que aborda los derechos del colectivo LGTBI dentro de la industria musical y la sociedad. Y desde el pasado 6 de abril, Iván ha lanzado 'Las Lavanderas del Valtodano', una obra que define como "comedia feminista que denuncia el papel de la mujer en los años 60 en un diálogo cómico y coloquial"

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"Hace un par de años, se puso en contacto conmigo una chica de Codorniz, un pueblo de Segovia, para intentar hacer un homenaje a las mujeres de antaño en unos pilones que tienen allí. Se nos ocurrió dar papel y voz a esas lavanderas de los años 60. Con el grupo de teatro de la Asociación La Queda hicimos una especie de comedia que todavía representamos por la Moraña. Y este es el origen de libro, ya que se quedaban cosas en el tintero en la obra teatral y había que conocer otras cosas de nuestras protagonistas. Tenían una vida que había que conocer" dice Iván. De ahí nació 'Las lavanderas del Valtodano'.

El Valtodano al que hace referencia el título es un despoblado situado a unos dos kilómetros de Langa donde solo queda un arroyo. Antiguamente era uno de los lugares donde se iba a lavar. La obra está ambientada en los años 60 del siglo XX y mezcla la historia de la propia localidad con la vida de las lavanderas. El libro quiere reivindicar la figura de estas mujeres "relegadas a un plano secundario donde las labores del hogar eran su único cometido. Había que realzar esa voz que perdieron y formar esa sororidad entre ellas en ese ambiente de lavanderas".

Para hacer el libro se ha documentado hablando con las propias protagonistas, mujeres tanto de su pueblo como de otros que mantienen el recuerdo de aquellos años. Homenaje que ha querido personificar en su propia madre que es la imagen que aparece en la portada.

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"Mi labor en la escritura es sobre todo ayudar en todo lo que pueda y denunciar injusticias" dice. De ahí que acoso escolar, violencia de género, maltrato a los mayores, homfobia son temas que ha abordado en sus obras. Todas las novelas de forman parte de lo que ha denominado 'Universo Impulso' que pretende crear historias independientes entre sí pero con personajes conectados que denuncien injusticias y falta de derechos en la sociedad.