Ayala está convencida de que Burgos es el ecosistema perfecto para ser la capital del Hidrógeno de Castilla y León

Burgos

El presidente de la Asociación Castellano y Leonesa del Hidrógeno (H2CYL), Rafael Barbero, admite que la producción y consumo de esta fuente de energía no será una realidad, al menos, hasta dentro de una década, y dependerá de la implicación público-privada, con inversiones que todavía están por cuantificar.

Así lo ha expuesto en la jornada ''Burgos e Hidrógeno, una apuesta de futuro'', ante unos 200 asistentes, pero donde ha asegurado que las empresas no pueden perder esta ''oportunidad competitiva'', aunque sea un camino a medio y largo plazo.

La alcaldesa Ayala, como anfitriona de esta jornada junto a la Asociación del Hidrógeno, está convencida de que Burgos es el ecosistema perfecto para convertirse en la capital del Hidrógeno de Castilla y León, por sus condiciones privilegiadas en el desarrollo de energías renovables, su disponibilidad de agua de calidad y por la fortaleza de su tejido industrial, como grandes consumidores del combustible de hidrógeno.

Rafael Barbero ha reconocido también que hay comunidades autónomas que nos llevan años de ventaja en el aprovechamiento de este vector energético como pieza clave para agilizar el proceso de transición energética y favorecer una economía de cero emisiones. Se refiere en concreto a Euskadi, Aragón y Galicia.

Cristina Ayala ha asegurado que Burgos estará, como extensión, ha precisado, en el mapa del Hidrógeno que Enagás (Empresa Nacional del Gas) presentará el 29 de abril, como gestor provisional de la Red Troncal de Hidrógeno, designado por el Gobierno de España.

Enagás prevé que los primeros tramos de la Red Troncal Española de Hidrógeno, son el Eje Vía de la Plata conectado con el Valle de Hidrógeno de Puertollano, con una longitud prevista de 1.250 km, y el Eje que engloba la Cornisa Cantábrica, el Valle del Ebro y el Levante, de unos 1.500 km, así como dos almacenamientos subterráneos.

La estrategia española del Hidrógeno se enmarca en el proyecto H2med, una iniciativa transnacional para interconectar las redes de hidrógeno de la Península Ibérica con el noroeste de Europa, permitiendo que Europa reciba hidrógeno verde asequible de aquí a 2030. El presupuesto previsto alcanza los 2.500 millones de euros.