La falta de nieve en San Isidro mermó la superficie esquiable esta temporada hasta los 6'6 kilómetros, un tercio de la media registrada en la última década

León

La más reciente temporada de esquí en San Isidro fue de lejos en la que menos nieve hubo en toda la última década.

La estación apenas fue capaz de ofrecer una superficie media esquiable de 6,6 kilómetros, según datos de la propia Diputación de León. Hablamos de un tercio de la media de la última década, que está en torno a los 18 kilómetros. En total, San Isidro tiene una capacidad máxima que ronda los 30 kilómetros.

En ese sentido, esta temporada 23/24 ha sido tan mala que está a mucha distancia de la siguiente en ese aspecto: la 20/21, en la que la superficie media fue de 14 kilómetros.

Cabe recordar que este año San Isidro ha abierto de manera prácticamente simbólica durante un buen puñado de días, con sólo 400 metros de una de las cintas de Debutantes, alimentada con nieve artificial. Casi la mitad de los 74 días en los que abrió esta temporada se dio esta situación. El día de mayor afluencia de usuarios fue el sábado 16 de marzo con 3.705 esquiadores.

Por número de usuarios, ésta última ha sido la peor campaña de la década (58.436) y la segunda peor por facturación (1.302.582 euros). La media de ingresos de los últimos diez años es de unos dos millones de euros.

En Leitariegos, la campaña también dejó bastante que desear, aunque fue algo menos nefasta.

Abrió menos días que San Isidro (60), pero ofreciendo unas condiciones para la práctica de este deporte mucho más competitivas teniendo en cuentas la capacidad de la estación. Presentó una superficie esquiable media de 4,1 kilómetros, justo la mitad de su capacidad total.

El dato total de usuarios (28.387) fue el cuarto peor de los últimos diez años, igual que el de facturación (415.981 euros), que, a pesar de todo, no estuvo tan lejos de la media de la década, que es de medio millón.