Aranda de Duero

Sentir Aranda advierte de los riesgos que implica que haya tenido que rebajar el precio de la entrada individual de la piscina cubierta a requerimiento de la oposición para poder aprobar la ordenanza de estas instalaciones, en proceso de reforma.

El alcalde carga contra el PSOE, al que acusa de practicar una estrategia de bloqueo para forzar el retraso de la aprobación de este documento, que resulta necesario como paso previo antes de realizar los trámites para sacar a concurso la gestión de este servicio. “Nos hemos visto en la obligación, en la responsabilidad, de reducir esos precios a lo que indicaba el Partido Socialista y espero que actúe por lo tanto en consecuencia, pero creo firmemente que el voto negativo en este caso del Partido Socialista fue una estrategia absolutamente política y que hubiésemos hecho lo que hubiésemos hecho en ese momento en la votación a pleno el partido Socialista hubiese votado en el contra”, lamenta.

Antonio Linaje habla de las dos consecuencias negativas que puede tener rebajar a cinco euros la entrada individual ordinaria de la piscina, cuando el planteamiento inicial del equipo de gobierno era fijarlo en 8 euros. Por una parte, explica que este abaratamiento va a en detrimento del propósito de incentivar el uso de estas instalaciones con cierta constancia y no de manera esporádica, que va a en sintonía con la apuesta por fomentar la práctica regular del ejercicio físico. “En lugar de favorecer la recurrencia y el abono por parte de las personas que van a practicar este deporte, hay un riesgo de que haya más entradas individuales que abonos y esto para las arcas municipales podría ser algo positivo porque la recaudación aumentaría, puesto que la entrada de individual aunque se baje el precio es superior a los abonos mensuales y los abonos periódicos, pero esto incumpliría claramente el objetivo de fidelizar y garantizar que los arandinos que quieran practicar este deporte vayan de manera frecuente”, detalla Linaje.

Por otra parte, dice el primer edil que esta reducción de la brecha calculada que había entre las entradas individuales y los bonos, podría dificultar la estabilidad económica en la gestión de estas instalaciones, al no tener una seguridad de abonados a largo plazo. Linaje teme que esto al final pueda llegar a desincentivar a las empresas que pudieran estar interesadas en optar a la gestión de la piscina. “Esto es otro riesgo que hay que tener en cuenta, que es desincentivar la presentación de ofertas por parte de empresas adjudicatarias; espero que finalmente esto, que sería la peor consecuencia de todas, no llegue a producirse, pero es algo que tenemos que tener en cuenta y la oposición es quien deberá dar cuentas y asumir su responsabilidad al forzar a esta modificación de la ordenanza de precios públicos”, advierte el regidor municipal.

El PP anuncia su voto a favor

La aprobación de esta ordenanza, que en el pleno de marzo y con las condiciones anteriores no pudo ser, esta vez está garantizada. El Partido Popular ha anunciado que votará a favor. Dice que “no es la que le hubiese gustado”, pero sí ha valorado como positiva, “la voluntad del equipo de gobierno de alejarse de su planteamiento inicial de tarifas excesivamente elevadas” que cuestionaban su criterio de un “perfil más popular del uso de la piscina cubierta”. Dice también que hará un

seguimiento de la evolución “por si fuese necesario tener que proponer más adelante unos precios, incluso más bajos, acompañados de bonificaciones para determinados colectivos de la población”.