Aumentan los accidentes laborales en el último año, aunque descienden los graves y no se registraron mortales

Aranda de Duero

La siniestralidad laboral aumentó en más de un 11% en el último año en la Ribera del Duero, destacando sobre todo un incremento de accidentes en el sector industrial de un 23% en 2023, respecto a 2022. Son porcentajes facilitados por CCOO y UGT en vísperas del Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se celebra este domingo.

Delegados de ambos sindicatos llevaban a cabo este mediodía una concentración a las puertas del edificio que alberga sus sedes, donde daban a conocer estos datos. La comparativa de estas dos anualidades arroja también un incremento de más del 17% en servicios. Por el contrario, la Construcción redujo los percances laborales en casi un 15’5% y en menor medida, el sector agrario registró un 2% menos también en la última temporada.

El número de accidentes, incluyendo los que se produjeron in itínere, durante el desplazamiento de casa al trabajo o del trabajo a casa, asciende a 844, cuando en 2022 se registraron 758. La parte más positiva es que se redujeron en un 75% los graves, pasando de 12 a 3, y el año pasado no hubo accidentes mortales, mientras que en el anterior fallecieron tres personas, una en Industria, otra en Construcción y la tercera en Servicios.

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El manifiesto que firman conjuntamente ambos sindicatos pone el foco en el cambio climático como factor importante de riesgo, aludiendo al “estrés térmico, los fenómenos meteorológicos extremos, la exposición a productos químicos peligrosos, la contaminación atmosférica y las enfermedades infecciosas, entre otros". Alertan de que “sectores como construcción, limpieza viaria, conservación de carreteras, agricultura o el sector forestal son extraordinariamente frágiles frente al cambio climático, por lo que urge adoptar medidas de adaptación y control de los riesgos asociados”.

“En el ámbito de Castilla y León cada 6 minutos y medio de jornada sucede un accidente de trabajo con baja”, expresaba Sonia González, la secretaria comarcal de UGT, una siniestralidad que podría evitarse con una política más eficaz de prevención de riesgos laborales.

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Rubén Ramos, responsable de Salud Laboral de la Unión Comarcal de CCOO, pedía un minuto de silencio para finalizar esta concentración por Julio y Jorge, los dos empleados de la comarca que han fallecido en lo que llevamos de año. El primero en febrero mientras teletrabajaba en su domicilio y el segundo en el HUBU tras sufrir una parada cardiorrespiratoria en su centro de trabajo.