Opinión
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Los argumentos en la política

Las Claves de Doroteo González, economista y asesor de empresas

Los argumentos en la política

Palencia

Nunca ha sido tan fácil como ahora recelar del discurso político. La argumentación se ha vuelto insignificante, desaparece el fundamento en aras de cualquier argucia. Creíamos que el espacio de la política nos llevaba hacia el de la opinión. Pero no, ahora se trata de colar lo que sea sin que parezca que hay alternativa utilizando la misma plantilla para cualquier réplica.

Se confunde argumentar con agredir como en un programa de entretenimiento que no divierte a nadie. Se trata de minar la credibilidad ajena y como un martillo pilón contribuir a crear una conciencia colectiva contraria a una u otra persona.

El diálogo político languidece porque requiere de respeto y reconocimiento del adversario, de disposición para aprender y corregirse a uno mismo, de honestidad intelectual. Habilidades previas que hoy brillan por su ausencia.

ESTUDIO SOBRE PERCEPCIÓN CIUDADANA DE LA POLÍTICA

Los españoles valoran muy positivamente la Transición política a la democracia, así como la arquitectura institucional y el funcionamiento de la democracia, las libertades y derechos individuales y sociales (como educación y sanidad), con la excepción de los derechos a una vivienda y a un empleo dignos. Esa valoración positiva convive con una percepción marcadamente critica de los partidos y sus dirigentes.

Estas son algunas de las principales conclusiones del Estudio sobre Cultura Política realizado por el Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA. Se trata de un estudio que examina un amplio conjunto de percepciones y valores asociados a diferentes dimensiones de la política. La primera parte se centra en el interés y vínculo que los ciudadanos establecen con la esfera política, su capacidad de influencia personal o los rasgos para ser un buen ciudadano. En un segundo bloque se analiza la visión de los españoles respecto a la Transición, la Constitución de 1978, el funcionamiento actual de la democracia y de los derechos. También se incluye el mapa de confianza en las instituciones y la percepción que los españoles tienen de los partidos, de la clase política y de posibles alianzas, así como las motivaciones y estabilidad del voto. En el bloque sobre identificación ideológica se describen los atributos, orientaciones y políticas que se asocian a las distintas ideologías. Además, se hace una valoración de contexto y de valores generales como el papel del Estado, el mercado, la desigualdad o la diversidad cultural. Un último bloque se centra en la identificación respecto a distintos ámbitos territoriales e institucionales y las preferencias sobre la organización territorial.

El diseño del estudio es anterior a las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y a la convocatoria de elecciones generales. La información empírica ha sido obtenida a través de encuesta mediante entrevista personal (“cara a cara”) a una muestra de 3.123 personas representativa de la población en España. El trabajo de campo ha sido realizado por Ipsos entre el 12 de abril y el 21 de julio de 2023, con un 40% realizado antes del anuncio de Elecciones generales.

Transición y Constitución (D 18 a 23)*

Los españoles valoran favorablemente cómo se llevó a cabo la Transición política a la democracia en España –calificándola de media con un 6,2 en una escala de 0 a 10–. Esta valoración positiva es transversal a la mayoría de los segmentos sociodemográficos, también entre los jóvenes, aunque se incrementa con la edad y entre quienes se identifican con la derecha. También hay consenso en torno a la satisfacción sobre el funcionamiento actual de la democracia –un 66% la valora con puntuaciones de 5 o más–. Los extremos de edad (los más jóvenes y el segmento de más de 64 años), junto con los que tienen mayor nivel de estudios e interés en la política tienen una valoración más favorable.

Esa valoración positiva global se manifiesta con mayor énfasis al estimar aspectos concretos de la democracia: son mayoría quienes están satisfechos con el grado de la libertad de expresión, el respeto de las leyes y de la Constitución, el respeto de los derechos y libertades, y el nivel medio de vida alcanzado en España. Por contra, un 56% expresa insatisfacción por el tono actual del debate entre los líderes políticos (y de ellos, un 38% le da una puntuación entre 0 y 2 en una escala de 0 a 10, es decir, expresa con la mayor intensidad la desaprobación del tono del debate político).

Los españoles consideran que derechos característicos del Estado de Bienestar (salud y educación) y derechos políticos (derecho de reunión-asociación, huelga y expresión) están actualmente garantizados en España. Un porcentaje algo menor cree lo mismo respecto al derecho a la inviolabilidad del domicilio, mientras que son mayoría quienes creen que no están garantizados derechos sociales como el derecho al trabajo y a una vivienda digna.

En cuanto a la actual Constitución, mientras que una mayoría relativa de los españoles (38%) considera que es válida y solo necesita retoques parciales, un 31% de los encuestados opina que está desfasada y necesita reformas profundas. Los que se sitúan a la derecha y los que tienen un interés alto por la política son los que se inclinan por una reforma menos profunda.

Respecto al cumplimiento de la legalidad, incluso admitiendo que en democracia todo puede cambiarse, un 78% cree que cualquier cambio debe hacerse cumpliendo las leyes vigentes, una visión que se incrementa aún más entre quienes se declaran de derecha y de centro.

Confianza en las instituciones, en los partidos y en la clase política (D. 25 a 36)

La confianza de los españoles en las instituciones es mayoritaria en el caso de las universidades, la policía, el ejército, los ayuntamientos y gobiernos autonómicos, las ONG y los tribunales de Justicia.

En cuanto a los partidos políticos, los ciudadanos están mayoritariamente de acuerdo en reconocer su papel fundamental en democracia (68%), pero en una proporción similar afirman que los partidos actuales no les representan adecuadamente (63%) y todavía son más quienes creen que los partidos no prestan atención a los asuntos que de verdad importan a los ciudadanos (75%) y quienes están de acuerdo en afirmar que hay mucha corrupción en los partidos (87%).

En línea con la opinión crítica sobre los partidos políticos, se detecta una fuerte desafección de los ciudadanos respecto a la clase política, siendo percibida como un colectivo más preocupado por sus propios intereses que por los de la sociedad (81%) y, también, que tiende a dividir a la sociedad (73%).

Un 78% afirma que estaría de acuerdo con que las decisiones importantes fueran tomadas por expertos y no por los políticos, una preferencia que seguramente está asociada a los atributos de competencia y objetividad de los expertos, altamente valorados, pero no al rechazo del rol de los políticos en general.

Identificación ideológica

La concepción política de la mayoría de los españoles se ha configurado sobre todo durante la etapa de su juventud, incluso del colegio, y más de un tercio atribuye a la familia la mayor influencia en el modelado de sus respectivas orientaciones y preferencias políticas. (D 41 y 42)

Más de la mitad de la población no siente que la partición ideológica entre izquierda y derecha represente adecuadamente su posición política (D28), pero cuando se les pide que se auto ubiquen ideológicamente según ese eje, un 48% se sitúa entre la izquierda y el centro izquierda, un 24% entre la derecha y el centro derecha, un 8% se considera de centro-centro y un 20% no se identifica con ninguna ideología o no contesta. (D 38)

La mayoría de los españoles prefiere el multipartidismo al bipartidismo. Esta preferencia se acentúa entre los jóvenes, quienes tienen mayor nivel de estudios, mayor interés por la política y, especialmente, entre quienes se ubican ideológicamente a la izquierda. (D 30)

La mayoría relativa (45%) cree que sería positivo que los dos principales partidos (PSOE y PP) pudieran alcanzar un pacto para gobernar juntos. Esta preferencia convive, sin embargo, con una mirada pesimista acerca de la posibilidad de que, de facto, la derecha y la izquierda puedan llegar a acuerdos en los grandes temas. (D 31 y 33)

Formación del voto

El voto es percibido como la principal forma de influir en lo que hace el Gobierno (D 14). Un 37% declara cambiar el sentido de su voto según las posiciones de los partidos sobre las principales cuestiones del momento, frente a un 43% que afirma votar siempre al mismo partido y un 18% que dice no votar nunca. Los que se posicionan en el centro, los que tienen estudios superiores, los que tienen más interés en la política y el grupo de 45 a 54 años son los que declaran cambiar más el voto. (D 29)

La ideología (mencionada por un 29% en primer o segundo lugar) no es reconocida como la principal motivación para decidir el voto. Por encima de ella, se valora en un partido que diga la verdad y su programa político (35% en ambos casos). Por detrás de la ideología, otros factores que se tienen en cuenta son la preparación de los líderes de los partidos, la capacidad de gestionar la economía, sus valores éticos y la defensa de los intereses del grupo social del votante. (D 34)

Asociación de valores, colectivos y políticas con las grandes orientaciones ideológicas

Respecto a la vinculación de determinados valores al eje izquierda-centro-derecha, la izquierda es percibida como una orientación política vinculada al apoyo a la mujer, los desempleados, la juventud, los pensionistas, el sistema sanitario público, la lucha contra el cambio climático, la defensa de los animales, la redistribución de la riqueza, así como a los valores de igualdad, solidaridad, tolerancia y libertad individual. También aparece identificada con la defensa de los intereses de la clase baja.

La derecha es percibida como una orientación asociada principalmente a los valores de orden y tradición, los valores religiosos y los principios morales, la familia, el patriotismo, el respeto de la propiedad privada, la economía de mercado y el control de la inmigración. Es percibida también como defensora de los intereses de la clase alta. El rechazo del terrorismo se asocia preferentemente a la suma de la derecha y el centro.

Otra serie de atributos no son percibidos como asociados claramente a uno de los polos izquierda-derecha, sino que aparecen más distribuidos en las percepciones de la población: la eficacia de la gestión económica, la integración territorial, la veracidad, el respeto a la ley y el europeísmo.

Mapa de los principales valores y atributos asociados a las orientaciones ideológicas en Diapositiva 51.

Desigualdad (D 69 y 70)

Los españoles creen, con intensidad variable, que hay desigualdad social en España: un 44% cree que existe mucha y un 47% que bastante. La mayoría responsabiliza al mercado, pero también son mayoría (55%) quienes consideran que es posible compaginar el funcionamiento del mercado con la corrección de las desigualdades.

En cuanto a la desigualdad entre hombres y mujeres: un 31% cree que existe poca o ninguna un 42% percibe bastante y un 26%, mucha.

Modelo de Estado e identidad territorial (D 74 a 77)

Respecto al modelo de Estado, la derecha se vincula con el patriotismo y la idea de España como nación de todos. La identificación con la integración territorial se distribuye de manera similar entre la izquierda y la derecha.

La mayoría relativa es partidaria de un Estado con comunidades autónomas como en la actualidad (46%). Aproximadamente un 10% prefiere un Estado con un único Gobierno central, sin autonomías, y similar porcentaje que se reconociese a las Comunidades Autónomas la posibilidad de convertirse en Estados independientes.

La mayoría de los españoles (57%) se sienten doblemente identificados con España y con su comunidad autónoma. Cerca de un 10% se inclina por una única identificación, española o solo de su comunidad. El sentimiento de identidad española se sustenta en una amplia serie de aspectos físicos, culturales y sociales, que comprenden desde la riqueza y diversidad geográfica, pasando por la lengua castellana y la historia, entre otros.

Dimensión económica y gasto público

En la dimensión económica, mayorías relativas identifican a la izquierda con la redistribución de la riqueza y a la derecha con el respeto de la propiedad privada. La eficacia en la gestión económica es un valor que se identifica en similar proporción con izquierda (30%) y derecha (26%). (D 46)

Cuando son preguntados por sus preferencias en cuanto a políticas públicas, hay consensos transversales a favor de aumentar el gasto público en la sanidad (92%), la educación (83%), las pensiones (77%), la investigación científica (76%), la atención a personas con pocos recursos (70%), las ayudas a desempleados (64%). Un 78% está de acuerdo en que es preferible una sociedad con un amplio sistema de seguridad social y servicios públicos, aunque ello implique pagar más impuestos. (D 57, 61)

Medio ambiente

La mayoría está a favor de aumentar el gasto dedicado a luchar contra el cambio climático (61%) y la preservación del medio ambiente (60%). La mayoría de los españoles cree que es necesario priorizar el medio ambiente, aunque ello pueda afectar al crecimiento económico (55%), preferencia que se incrementa entre el segmento de izquierda (63%) y se reduce en el de derecha (46%). (D 57 Y 67)

Papel del Estado

Existe un amplio consenso acerca de la responsabilidad del Estado en funciones características del Estado de Bienestar, como proveer de un nivel de vida digno a todos los ciudadanos (62%) y especialmente dar cobertura a un amplio sistema de seguridad social y servicios públicos, aunque ello suponga pagar más impuestos (78%). (D 61)

La intervención del Estado en materia económica presenta más diferencias, y si bien la mitad está a favor de que intervenga fuertemente en la economía, las opiniones se dividen en cuanto a intervenir en el mercado. La mayoría acepta las diferencias de ingresos en favor de las personas con más formación (59%) o que aportan más a la sociedad (51%), aunque otro gran grupo se manifieste a favor de la igualdad de ingresos. (D 59)

Las opiniones están divididas en políticas de inmigración entre quienes consideran que es preferible una sociedad con políticas abiertas (46%) y quienes son partidarios de políticas restrictivas (45%). Sin embargo, hay un alto nivel de acuerdo –7,9 en una escala de 0 a 10– en que hay valores que deben respetar todas las culturas por muy diferentes que sean, al tiempo que se acepta con una puntuación de 7,3 que se debería respetar la cultura y creencias diferentes incluso cuando son contrarias a nuestros propios valores. También es mayoritario el acuerdo con que para lograr la estabilidad social los ciudadanos deben tener los mismos valores –promedio de 5,9–, aunque las opiniones se dividen sobre si es necesario que tengan las mismas costumbres y tradiciones –media de 4,8–. (D 66, 71 y 72).

Ante un hipotético escenario en el que los ciudadanos tuvieran que elegir entre su seguridad y la limitación de sus libertades, el 59% estaría de acuerdo con que el Gobierno pudiera limitar algunas libertades individuales para garantizar su seguridad. (D 68)

Principales conclusiones

El Estudio de Cultura Política en España 2023 de la Fundación BBVA documenta una valoración positiva general sobre la Transición política, el marco constitucional y el funcionamiento de la democracia y la garantía de los derechos, así como un consenso sobre que el papel de los partidos políticos es fundamental para la democracia y que el ejercicio del derecho al voto es la vía más eficaz para influir y mostrar el acuerdo/desacuerdo con las políticas de los gobiernos. Esa percepción convive con un significativo nivel de distancia y desafección de la ciudadanía con la esfera política y una visión crítica de los partidos políticos y sus dirigentes.

Hay una preferencia general por el multipartidismo y la mayoría se declara a favor de la formación de gobiernos de coalición. Una mayoría relativa considera que sería positivo que el PSOE y el PP pudieran llegar a un pacto y gobernar juntos. Esta preferencia, sin embargo, convive con una mirada pesimista acerca de la posibilidad de que, de facto, la derecha y la izquierda puedan llegar a acuerdos sobre los grandes temas.

La mayoría de los españoles se sienten identificados tanto con España como con su comunidad autónoma. El sentimiento de identidad española se sustenta en una amplia serie de factores físicos, culturales y sociales.

El estudio ofrece un mapa de los principales valores, atributos y objetivos colectivos que los españoles asocian a las distintas orientaciones ideológicas.

Ficha técnica

  • Ámbito geográfico del estudio: España
  • Universo: población general de 18 años y más.
  • Método: encuesta personal en los domicilios de los encuestados.
  • Tamaño y distribución de la muestra: 3123 casos. Distribución de la muestra aleatoria y con selección del individuo según cuotas de sexo y edad.
  • Error de muestreo: ±1,75 puntos porcentuales para el conjunto de la muestra para p=q=50 % y un nivel de significación del 95%.
  • Fecha de realización del trabajo de campo: 12 de abril – 21 de julio de 2023.
  • El trabajo de campo ha sido coordinado y ejecutado por IPSOS IBERICA, S.A, con domicilio en Avenida del Llano Castellano, 13, Madrid
  • El diseño del cuestionario y el análisis de los datos se han llevado a cabo por el Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA.

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