"Resistir es una forma de alegría": la reflexión de Luis García Montero sobre la situación política en España

Valladolid

El tono de voz de Luis García Montero (Granada, 1958) tiene algo de balsámico. Y eso, por contraposición a los tiempos que vivimos, en los que el vocerío y los chirridos verbales dominan la escena pública, es algo destacable en sí mismo. Luego está lo que dice y cómo lo dice. Son días de confesiones íntimas, personales y ahí va otra: quienes tomamos el testigo de la información cada mañana en 'Hoy por Hoy', vivimos, al menos quien firma estas líneas, con cierta ansiedad los minutos previos a las ocho menos diez de los martes. Eses el momento en el que la sección 'La Mirada' abre los micrófonos al escritor y director del Instituto Cervantes. Una vez escuchada lo tara de seguir contando la actualidad cotidiana se antoja como una tarea titánica. Así hemos empezado la conversación con el poeta granadino, que ha visitado la ciudad vallisoletana para presentar su último libro, 'Almudena', una recopilación de poemas dedicadas a quien fue su pareja, el gran amor de su vida, fallecida hace dos años y medio.

Y por el amor ha seguido la charla. Era inevitable, tras la carta publicada el miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en la que este sentimiento aparece en varias ocasiones. Luis García Montero ha afirmado que es posible "dimitir por amor", pero al mismo tiempo, ha reflexionado que es necesario "defender los espacios público, la sanidad pública, la educación pública y la libertad de expresión" -en alusión a la censura de obras de teatro canceladas en territorios gobernados por Vox y el PP. Ha añadido que "todo eso merece la pena" para concluir que "la resistencia es una forma de alegría" y que "la respuesta popular tiene que ser una respuesta de resistencia".

Ha explicado que "mucha gente de la cultura" le ha trasladado su preocupación porque "lo de menos es el insulto a una persona sino el peligro que supone para la democracia que se vaya degradando el diálogo, que se convierta en insulto". En este sentido también ha hecho alusión a otras circunstancias como que "la información se convierta en una comunicación de bulos" o que "la Justicia se degrade hasta el punto de tener un Consejo General del Poder Judicial años en fecha de caducidad y que haya "muchos jueces" que "trabajen para ponerle problemas a un determinado partido de gobierno y no para hacer justicia". En este punto ha apelado a "los demócratas" a quienes ha pedido "reflexionar de qué manera defendemos la convivencia democrática".

Proceso de muchos años

Sobre el libro, Luis García Montero, ha destacado que el momento más difícil fue en el que se dio cuenta que "necesitaba encontrar respuesta a los que nos estaba pasando", es decir, la enfermedad primero y después la muerte de Almudena Grandes. Un poema, ha señalado, "no es un desahogo" porque el poeta "tiene que llegar a su yo más profundo pero tiene que trascender hacia un yo literario que hable no de lo que le pasa a uno si no de la condición humana". El proceso que se puede repasar leyendo esta recopilación se ha prolongado a lo largo de "muchos años" y ha indicado, en relación a ese proceso de cambiar de perspectiva que es algo "muy difícil" cuando "la vida golpea".

Además de relatar cómo diferentes personas anónimas se han acercado a él para agradecerlo como sus últimas obras les han ayudado a convivir con situaciones de duelo, ha apuntado que el dolor "que es real y profundo" es una manera de "meditar en la condición humana a la hora de tomar decisiones para seguir respirando y seguir viviendo".

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