Prevención laboral: cómo identificar un ictus en el entorno de trabajo
El 80 por ciento de las empresas afiliadas a FOES ya incorporan un desfibrilador en sus espacios cardio protegidos
Julio Agredano Lozano, fundador de la Fundación Freno al Ictus(2024-04-29)
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Soria
Una de cada cuatro personas sufrirá un ictus alguna vez en su vida. El 50 por ciento de las muertes por accidente laboral tiene que ver con un infarto o con un ictus, y un 35 por ciento de las personas que ha sufrido un ictus está en edad laboral.
Por ese motivo, la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES) pretende prevenir los riesgos de esta enfermedad a través de Espacios Cerebro Protegidos en las empresas de Soria.
“La buena noticia es que el 90 por ciento de los ictus se produce por causas que se pueden prevenir”, según el responsable de la fundación ‘Freno al Ictus’, Julio Agredano. Esta fundación trabaja desde hace años con empresas y con proyectos que se encuadran dentro de la prevención de riesgos laborales. El último proyecto que ha puesto en marcha con FOES es el Espacio Cerebro Protegido que consiste en informar a los trabajadores sobre los factores de riesgo y formarles en el protocolo de actuación es fundamental para la prevención de la enfermedad. Lo principales es, dice Julio Agredano, “saber identificar los síntomas del ictus para actuar a tiempo en el entorno laboral”.
El protocolo indica primero la necesidad de detectar los síntomas, “éstos se centran en la cara, los brazos y el lenguaje. Si uno observa que a la otra persona se le cae literalmente un lado de la cara que indica debilidad facial, hay que pedirle que sonría o que hinche los carrillos, o que saque la lengua, si la cara no es simétrica estamos ante un posible caso de ictus”. Después es necesario fijarse en los brazos, “hay que pedirle que suba los brazos, si uno de ellos no lo sube o se le vecen al llegar arriba, también estamos ante un posible caso de ictus”. Y el tercer síntoma está relacionado con el lenguaje “tanto en la expresión como en la comprensión, es necesario hacer preguntas sencillas a la persona que creemos que tiene un problema, como preguntar cómo te llamas o qué llevo ahora mismo en la mano”.
Ante un ictus, el tiempo de reacción es clave para reducir la mortalidad y la discapacidad que provoca. De esta manera, en cuanto se detecta un síntoma entre un compañero de trabajo o un cliente, hay que llamar al 112, activar el código ictus y nunca llevar a la persona al hospital. “Al hospital no se va, al hospital te llevan los servicios de emergencia, y te lleva el 112 después de activar el código ictus, trasladan todos los recursos que tienen para tratar un caso así”.
Las empresas que se sumen al proyecto recibirán un sello, otorgado por la Fundación, que las identifique como espacios cerebro protegidos.
FOES impulsa desde 2021, a través de la Red FOESaludable del Departamento de Riesgos Laborales, el proyecto Espacios Cardio Protegidos, con la intención de que las empresas y centros de trabajo dispongan de los necesarios desfibriladores para actuar en caso de infarto y ofrezcan, asimismo, cobertura a quienes se encuentran en el área de influencia de estos espacios. El 80 por ciento de las empresas cuenta con un desfibrilador.