20 años de voleibol, 20 años de historias, un jugador, un capitán

Manu Salvador deja el voleibol después de veinte años defendiendo los colores de Soria en la Superliga masculina de voleibol. Lo anunciaba de forma oficial este lunes en rueda de prensa en el pabellón de los pajaritos acompañado por integrantes del club como el presidente Alfredo Cabrerizo el entrenador Alberto Toribio compañeros como Lucas Lorente, Alex San Martín o Joan Doménech, así como otros directivos e integrantes del cuerpo técnico celeste. El madrileño pone así el punto y final a dos décadas de voleibol de máximo nivel, ejerciendo además en los últimos años, desde como capitán de la rotación Soriana. Ya en su comparecencia ante los medios dejó claro lo que había significado Soria y este martes, en una entrevista en SER Deportivos Soria, el deporte para él durante estos veinte años: muchas experiencias y muchas personas que quedarán en su recuerdo, desde "entrenadores a compañeros", pero, sobre todo, "amigos".

Se despide en un gran momento para este deporte en la provincia de Soria, ya que esta temporada ha contado con hasta cuatro conjuntos entre las tres primeras categorías del deporte nacional: el Grupo Herce Soria en Superliga, el CAEP Soria y el Moreno Sáez Sporting en Superliga 2 y el Cañada Real Sporting Santo Domingo en Primera Nacional. Además, en lo que a su equipo se refiere, con el título de campeón de Copa del Rey del año pasado y sendos subcampeonatos de Superliga en estas dos últimas ediciones, cayendo ante el todopoderoso Guaguas en ambos casos.

"Si lo sé no vengo", casi fue su sentimiento al llegar a Soria. "Nadie me dijo dónde me metía, no estaba preparado. Era un chaval de 18 años y aquí me encontré con una exigencia tremenda desde el principio. Ricardo Maldonado fue mi primer entrenador y se quedó sorprendido cuando que dije que no había pisado un gimnasio en toda mi vida...". Fueron sus primeros pasos en la élite del voleibol, tras llamar la atención del CMA Numancia en un torneo de categorías inferiores.

Se acuerda Manu de cada detalle, de cada momento, casi de las palabras exactas de cómo sucedió todo. No en vano todo el mundo destaca de él 'sus batallitas', sus historias, con fidelidad ante las estadísticas y los datos relativas a su carrera y la de su equipo, "y del Atleti", apunta, su otra gran pasión. Innegable colchonero y 'cholista', ese gen "de sufridores" propio de los aficionados del Atlético de Madrid tiene su paralelismo en el equipo soriano. "Creo que somos algo parecido, que no contamos mucho, que a veces sufrimos, pero acabamos estando ahí, en la pelea".

Momentos duros y alegres

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No han sido fáciles estos últimos años como jugador, con el paso de las temporadas, la pérdida de protagonismo y el lógico peso de la edad, además de compaginar su rol de capitán y jugador con el de concejal de Deportes del Ayuntamiento de Soria. "Por la mañana, por la tarde, todo el día fuera de casa, llegaba agotado a la noche". Pero todo 'lo malo' tiene su parte buena. Y esa es el respaldo, que él no deja de resaltar, de su mujer, Esther. "Ha sido mi gran apoyo siempre. Aguantándome, cubriéndome, haciéndose cargo de nuestra hija... Ha sido y es fundamental para mí".

Pero si hay momentos duros, los hay también placenteros y alegres. Sin duda alguna, con dos títulos de Copa del Rey en su palmarés (la primera, con CMA Numancia en la temporada 2007-08), la segunda es la más especial. "Lo que vivimos el año pasado, a riesgo de venirme muy arriba, es lo más grande que ha pasado con el deporte en esta ciudad. Fueron tres días increíbles, cómo se vivió la Copa, aquí en casa, en Soria, en Los Pajaritos. Lleno todos los días, con gente que se quedaba fuera y una cola que rodeaba el pabellón el día de la final...", recuerda. Y en lo deportivo, salió "perfecto. Ganamos a Almería, top 4 siempre en Superliga, 3-0; luego a Melilla, vigente campeón de Copa entonces, también 3-0; y en la final, con Teruel, que lo hacía especial por ser ciudades parecidas, un 3-1".

Bromas, anécdotas, vivencias, canciones, vídeos... En lo extradeportivo también hay mucho que contar: el vídeo del Harlem Shake (reto viral de entonces), "con todos en el vestuario, hace 11 años, haciendo el chorra". La de la araña en Galicia, "todos chillando y montando un jaleo enorme con la araña más grande que he visto en mi vida...". "Creo que el ambiente del vestuario siempre ha ayudado mucho a la unión del equipo y los entrenadores sucesivos así lo han entendido siempre y nos han dejado hacer.... En el caso de Manolo (Sevillano) fue el más complicado porque era jugador-entrenador... Al final tuvo que salirse del vestuario, porque esa delgada línea entre lo serio y el cachondeo".

Se despide el capitán, el 'cholista', el 2 (dorsal que el club retira tras la marcha de Manu). Todo un referente del vestuario y de la cancha durante 20 años. 20 años que han dado mucho sí.