La afición, una clave del ascenso

Aranda de Duero

Con la euforia y los sentimientos a flor de piel, a lo largo de esta semana pormenorizamos el éxito obrado por el Tubos Aranda tanto en liga -remontando una situación muy compleja para entrar en playoff a falta de una jornada para acabar la liga- como en la fase de ascenso -con dos partidos en los que el equipo amarillo hizo, sencillamente, historia-. Así, este martes hemos detenido nuestra mirada en un factor clave, como es la afición. A las peñas de siempre del club -Peña Patata y Bigornia- se han sumado iniciativas como la Peña Petete o el Desfase, que por cierto, se hizo notar y mucho.

La unidad ha sido clave para obrar la historia. Uno de los representantes del Desfase -grada joven amarilla que ha llegado para quedarse- como Fran Abajo, sitúa el recibimiento del sábado como su momento más especial del playoff. Y es que "aquí tenemos a amigos, familiares o parejas incluso de la plantilla; eso hace que haya una unidad con el equipo increíble".

La animación fue sencillamente brutal en las dos jornadas de la fase. Aranda resonó en el plantío, e incluso las otras aficiones como Ciudad Real o Cisne, e incluso sus jugadores, no dudaban en corear los cantos pegadizos de la grada amarilla, así como grabarla. Una envidia sana se vislumbraba en sus ojos. Mientras, Burgos precisó de la ayuda de la Peña Andrés Montes el sábado -peña del San Pablo de baloncesto- y el domingo sin ella se vio superado ampliamente por una afición fiel y muy ligada a su equipo.

Aún queda mucho por analizar y disfrutar. Pero una de las victorias de este playoff, es la grada. Una afición que vuelve a estar volcada con su equipo. Una ciudad que respira balonmano. Y que quiere y busca más. Mucho más.