Jordi Lluelles: "Me llevo la maleta llena de muchos trastos..., pero sobre todo de momentos y personas"

Soria

Jordi Lluelles deja Soria. El entrenador que mejor rendimiento ha dado al frente del Balonmano Soria sigue su camino y el año que viene estará en Liga Asobal, como segundo técnico en el BM Torrelavega. Un nuevo reto para el catalán, que en estos últimos cuatro años se ha convertido en un soriano más. Desde el primero momento quiso serlo y, pasado este tiempo, nadie duda de que el paso de Jordi por Soria y el BM Soria deja una impronta imborrable. Por eso, en SER Deportivos Soria, al término de esta intensa temporada 2023-24, hemos querido despedirle con una nueva (la enésima) entrevista, en los términos de siempre: sencillez, humor, sapiencia, reflexión y, sobre todo, la cercanía que ha caracterizado a Jordi Lluelles.

Las historias tienen un comienzo. Y para Jordi no fue bueno. "La rodilla", aventura casi de primeras. "Dicen que es de bien nacido ser agradecido. Y nunca olvidaré las palabras de la directiva del Balonmano Soria, con mucho cariño, cuando la lié en aquella tarde jugando a pádel y me destrocé la rodilla... Un hundimiento de meseta tibial. Yo me quería ir a casa, no era consciente de la magnitud de la lesión. Y cuando lo fui tuve dudas sobre si podría cumplir como entrenador o si querrían quue siguiese. Pero me acuerdo de que Litos (Carlos Heras, director deportivo del BM Soria) me tranquilizó. Eso no lo olvidaré".

Y así, "con sillas de ruedas, lo que dio lugar a muchos 'memes' y bromas", empezó la andadura de Lluelles como entrenador del equipo amarillo. Tres fases de ascenso a División de Honor Plata (exitosa la primera), una temporada en dicha división compitiendo más que dignamente, un título de liga y un récord apabullante de victorias (30 de 30 en fase regular, jalonan su trayectoria en el banquillo soriano. "No me quiero poner nota. Siempre huyo de eso. Pero si me veo obligado, un cinco. Habría muchas cosas que haber hecho mejor", apunta. Escasa nota para su autoevaulación. Eso sí, Lluelles se ha llevado, por fin, el 'Trofeo Chupa-Chups', ese del que tanto hablaba en ruedas de prensa al respecto del récord de victorias que iba logrando el Balonmano Soria.

Siempre se le dan vueltas a las cosas, como este play-off de ascenso y la derrota ante Lanzarote. "Sí que he vuelto a ver el partido varias veces. Y no tengo sensación de enfado ni de decepción. Creo que el equipo se vació, lo dio todo en la cancha. Y la pelota no quiso entrar. NO hay que mortificarse con que si hubiera hecho algo diferente, o haber cambiado a algún jugador. Porque igual solucionas una cosa pero estropeas otra...". La teoría del caos y el efecto mariposa.

El final de ese play-off fue tal vez el momento más emotivo. "Cuando vi las letras (hinchables) que levantaban los padres de los jugadores del equipo cadete que también entrené este año, con el 'Gracias Jordi'... Ahí fui consciente del final de esta etapa, de que se acababa... No pude contener las lágrimas y ahí están las fotos, abrazándome con Ibu (el potero)", explica el entrenador, que tiene su futuro en Torrelavega, "que si gana dos partidos de la Copa, jugará en Europa el año que viene", apunta.

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El eco de Jordi Lluelles en el Club Balonmano Soria es incuestionable. Ha marcado una época brillante, coincidiendo además con el 25 aniversario del club, el debut en División de Honor y en la Copa del Rey, incluso superando una eliminatoria... En materia deportiva no puede llevarse ningún mal recuerdo, todo lo contrario, "como la gente con la que he coincidido... Casti, Fer, Juanma, Antxon, Pili, Carlos Heras, Litos... Fíjate que después de estos años me identifico más con el Balonmano Soria que con el Handbol Sant Quirze, que es el equipo de mi ciudad, de toda mi vida".

¿Y qué es lo que más echará de menos de Soria? "Buena pregunta... Creo que a la gente. Para mí ha sido una sorpresa el trato que me han dado, porque tenía la idea de que el soriano es 'cerrado', pero me han demostrado todo lo contrario. El cariño que he recibido tanto de gente conocida, con trato habitual e incluso de desconocidos... Es lo que me llevo. Estoy terminando de hacer las maletas y las llevo llenas de trastos y de cosas, pero también de muchos momentos y sobre todo de personas. Muchos nombres para siempre". Además, contundente, asegura que no descarta "una segunda etapa en Soria, no cierro ninguna puerta".