Sociedad | Actualidad
Conflicto monjas Belorado

Plazo de dos días a las clarisas de Belorado para que entreguen una copia de las llaves del convento

Es uno de los requerimientos administrativos entregados vía notarial a la ex-abadesa Sor Isabel, que recurrió a la Guardia Civil para impedir la entrada a la delegación del Comisario Pontificio

BURGOS, 13/05/2024.- La comunidad religiosa de Clarisas de Belorado (Burgos), junto al de Orduña (Bizkaia). ha decidido abandonar la Iglesia Católica para pasar a estar bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no están en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019. EFE/Santi Otero / Santi Otero (EFE)

Burgos

Las religiosas de Belorado han impedido la entrada de una delegación del Arzobispado de Burgos encabezada por un apoderado del Comisario Pontificio, junto a la secretaria de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Aranzazu, a la que pertenece la comunidad, un notario del tribunal eclesiástico y una notario.

La ex abadesa ha autorizado la entrada solo a la notaria y ha advertido de que pediría el auxilio de la Guardia Civil.

La Notario ha sido invitada a entrar en otra estancia interior y allí ha hecho entrega de los requerimientos pertinentes, tanto civiles como canónicos. Se trata de las notificaciones de la apertura del proceso canónico correspondiente a la declaración de abandono de la Iglesia católica.

Los requerimientos son la notificación de apertura del procedimiento canónico y otra referente a cuestiones administrativas del monasterio que ahora le competen al Comisario Pontificio.

El documento incluye un plazo de dos días hábiles para entregar una copia de las llaves, como parte del requerimiento administrativo, pero no se habla de desalojar el cenobio.

Por su parte, el apoderado del Comisario Pontificio ha aguardado en otra zona del interior del monasterio, mientras los otros dos integrantes de la delegación han abandonado el recinto. Aunque se ha identificado ante la patrulla de la Guardia Civil, que ha abierto diligencias, el apoderado ha decidido abandonar también el Monasterio.

El Arzobispado de Burgos considera que la denuncia contra el Comisario Pontificio ante la Policía Nacional en Logroño, su posterior ratificación ante los juzgados de Burgos y el requerimiento de una patrulla de la Guardia Civil en Belorado, pueden interpretarse como gestos de hostilidad que manifiestan la nula intención de la comunidad de establecer cualquier diálogo con la persona designada por la Santa Sede y su equipo. Aun así, el Comisario Pontificio mantiene su voluntad de tender puentes y de encontrar vías adecuadas para alcanzar una solución.