David Wagner, embajador de las Fiestas de San Juan desde USA
En su opinión lo más importante es el sentido familiar que existe en las peñas y en los sanjuanes.
Soria
David Wagner, el americano de la peña de El Bullicio, todo un icono de las fiestas de San Juan ya está en Soria desde hace un par de semanas. Vuelve después de cinco años de ausencia. Un largo periodo de tiempo sin poder disfrutar de estas fiestas, que forman parte de su corazón.
La llegada de la pandemia y los problemas de salud le han le han impedido durante este tiempo cumplir con su tradición. Lleva 40 años viniendo a Soria por San Juan y después de un lustro sin poder estar con los sorianos, el bueno de David Wagner viene con más ilusión que nunca. Un largo viaje desde Oregón, con escala en Amsterdam y después a Madrid. En el aeropuerto estaba esperándole su inseparable amigo Manolo Sanz, que lleva 54 años en la Peña de El Bullicio, y que desde siempre le hace de anfitrión. David reside durante su estancia en Soria en el pueblo de Las Cuevas.
La llegada al aeropuerto de Madrid Barajas fue muy emotiva, recuerda Manolo Sanz porque le hemos echado mucho de menos y “nos dimos un abrazo y muchos besos porque son 25 años viniéndole a buscar a Madrid y para mí fue un momento muy emocionante”.
David Wagner asentía las palabras de su inseparable amigo y con su típico humor recordaba estos cinco años “sin que me dejaran salir por culpa del virus. No estuve malo, pero luego llegaron otros problemas médicos por alguna negligencia”, comentó.
Manolo Sanz David Wagner
15:45
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“La prisa mata, la fuerza rompe y el engaño, amarga”, sentenció Wagner sobre la situación que se ha vivido en todo el planeta con el virus del Covid y todo lo que ha pasado desde entonces para regresar a Soria en sus Fiestas de San Juan.
Manolo Sanz recordaba cuándo llego David a Soria: “Fue hace muños años en la cafetería Rex, en la Avenida de Navarra. Recuerdo, dice Sanz, que estábamos con José María García Royo, quien fuera senador por Soria, que nos daba una cantidad para la peña y en aquel momento entró David. Le invitamos una cerveza y en vez de una se tomó una docena en media hora. Luego le dimos el chaleco de un peñista que no podía estar y desde entonces pertenece a la peña como uno más”.
David Wagner nos contaba que antes de viajar a Soria encontró un pañuelo sanjuanero de 1991, aunque “ya había estado antes en Soria con una familia en el barrio de El Calaverón”, aunque no es capaz de concretar el año exacto en que vino a Soria por primera vez para “mejorar mi español”, matizó.
“Vine para estar dos años, cumplir el programa de estudios y al final me costó cinco años”. El aprendizaje de nuestro idioma le permite dar clases de español en la Universidad de Oregón con cierta frecuencia y en estas aulas les habla de las Fiestas de San Juan. “Todo el mundo quiere venir a conocerlas”, señala entre risas.
Para David Wagner las Fiestas de San Juan no tienen comparación con nada. “Lo más importante es el sentido familiar que existe en las peñas. Nunca hay problemas. Todo el mundo está para pasarlo bien”