En pocos minutos, una tormenta de granizo convirtió esta tarde al centro de Cacabelos en una estampa navideña. El pedrisco de hielo compactó sobre los tejados y sobre el suelo y formó una capa de varios centímetros de espesor, para asombro de los vecinos y de muchos peregrinos que ya habían llegado a la villa del Cúa para hacer noche. Los propios habitantes del centro de la villa fueron los primeros que, pasada la tormenta, salieron a las calles armados de palas y escobas para retirar el hielo que dificultaba el paso de vehículos y hacía peligrar a los peatones. La alcaldesa, Irene González, asegura que nunca se vio una granizada igual, y agradece la rápida intervención de los vecinos para retirar el hielo La alcaldesa también agradece su reacción a los servicios municipales, equipos de la Mancomunidad de Aguas del Bierzo y los bomberos de Ponferrada. En la zona se teme que ese mismo efecto se haya podido repetir también en zonas localizadas del campo, concretamente en Arganza o Carracedelo, con las pérdidas que ello podría acarrear en el viñedo o en los frutales, aunque es pronto para evaluarlo, según reconoce Pablo Linares, director de las marcas de calidad del Bierzo