Opinión

Para terminar, cosas mías. Gracias

La Firma de Javier Gómez Caloca

Para terminar, cosas mías. Gracias

Palencia

Buenos días, con éste, 39 comentarios. Me he ocupado de la política local, provincial, autonómica o nacional, también de temas sociales, laborales y económicos y, cómo no, de mi tierra y mi familia, de La Pernía y Piedrasluengas, de mi infancia, de mi padre y de mi madre. Para terminar, quiero compartir algunas cosas mías más.

Después de varios cursos como profesor asociado en el Campus de Palencia, de concursar todos los años, me han hecho indefinido. Me ahorraré el impuesto revolucionario de 75 pavos anuales que la Junta nos impone por solicitar la compatibilidad. Un poco menos precario, igual de explotado. Los asociados cobramos un poquitín más que el salario hora del SMI y, si te toca un curso de ochenta alumnos, a una media de cuatro trabajos individuales por alumno más uno grupal, más los exámenes, pues el tiempo se remunera muy por debajo del salario mínimo. El salario es humillante, y parece que no mejorará.

Será porque preparamos y damos las clases igual de bien, o de mal, mal que el resto de profesores. La mejor retribución es compartir aula con los jóvenes, sus inquietudes y sus miedos.

La zanja de la fibra óptica ha llegado a Camasobres y, por Cantabria, a la Venta Pepín. En medio Piedrasluengas esperando, en tierra de nadie. Radio patio y la vieja del visillo me dicen que la van a llevar desde Cantabria, la empresa de telefonía, me dice que está en proyecto y que les llame cuando llegue la fibra, en la Subdelegación del Gobierno, nadie me coge el teléfono en Telecomunicaciones; tengo confianza en la vieja del visillo, pero a los del pueblo les gustaría que la Administración competente les garantice la llegada de la fibra y cuándo será.

El martes estuve acompañando a mi primo en las Urgencias del Rio Carrión. Salió de casa en Piedrasluengas por la mañana, en ayunas, estuvo en el Centro de Salud de Cervera, de allí, vuelta a Piedrasluengas donde sufre una complicación y tiene que llamar al 112 y ambulancia al Hospital donde llega poco pasadas las cinco y media. Más de tres horitas de espera, lo normal, entra para dentro y a las once y media de la noche, como su hemorragia había remitido sola, pues le dicen que ambulancia, 137 km de noche y al puerto…ya si la hemorragia vuelve podrá darse otro paseíto. No entiendo de protocolos, pero sí de humanidad, ¿no podrían haber dejado pasar la noche en el hospital, después de una humilde cena que saciara el hambre de catorce horas de ayuno, a una persona de 72 años que está luchando contra un cáncer?

Esta semana han cerrado planta y media y andarán apretados. Allí me dicen que el pasado 16 de marzo, se inauguraron, con fotos, Delegado de la Junta presente, ocho nuevos puestos de observación en Urgencias y, que, hecha la foto, a los pocos días, están fuera de uso, por lo de siempre, falta de personal. Vergonzoso es poco.

El domingo, en ese viaje de ida y vuelta que es la emigración, Leo, el bisnieto de mi tío abuelo Benito Gómez, y su esposa Giannina vienen desde Argentina a vivir a España. Lo hacen, 120 años después, por los mismos motivos que Benito, en busca de nuevos y mejores horizontes. Ellos no tendrán que pasar por conventillos de baño compartido, para eso estamos nosotros aquí, es lo que nos enseñaron los abuelos y los padres. Será difícil que no añoren el río de la Plata, Neuquén y la Patagonia, el barrio de la Floresta, San Telmo, Plaza de Mayo o el River, pero conocerán nuevos lugares.

Fin. A los que les han gustado mis comentarios, me alegro. A los que no, a los ofendidos, que se jo…perdón, que para eso estaban hechos. Es la libertad que me dieron mis amigos de la Cadena Ser. Buen verano.