San Pedro Manrique vive la emoción en su día más grande
18 pasadores devolvieron la magia a un abarrotado anfiteatro de la Virgen de la Peña.
Soria
Las Móndidas son las grandes protagonistas de las Fiestas de San Juan y especialmente en este lunes, 24 de junio. Las tres jóvenes del pueblo de vestido blanco y cesto en la cabeza (con flores de pan y largas varitas de harina y azafrán, Arbujuelos), han sido las encargadas de realizar las ofrendas en el interior de la Ermita de la Virgen de la Peña, donde la noche anterior, 18 pasadores devolvieron la magia a un abarrotado anfiteatro atravesando descalzos la alfombra de brasas.
En este día de San Juan, en el interior de la ermita las tres Móndidas, ya sin los cestaños, se han situado frente al altar mayor donde dos sacerdotes ofician la misa. Detrás de ellas se han colocado las acompañantes de las Móndidas, quienes están siempre pendientes de ellas. A ambos lados se ha colocado a la Corporación.
En el Ofertorio de la misa, se han acercado individualmente al Sacerdote, ambos inclinan la cabeza, y ellas han ofrecido el Arbujuelo. La primera al Sacerdote y al alcalde, y las demás al alcalde y resto de la Corporación, “de cuatro puntos para los dos primeros y el resto de la corporación, sólo con tres”, aclaró a la cadena SER, en el programa Hoy por Hoy, el párroco de San Pedro Manrique, Toño Arroyo, toda una institución después de 47 años de párroco en la capital de Tierras Altas.
De vuelta a la Plaza Mayor, “se ha pingado el mayo, y tras ello las tres Módidas han leído cada una su cuarteta”, nos contaba Toño Arroyo, para terminar con “el baile de la jota en el que las Móndidas bailan con el alcalde, con los concejales y con todo aquel que se atreva a pedírselo.
Toño Arroyo San Pedro Manrique
Pero, San Pedro Manrique volvió a vibrar con los 18 pasadores con el estreno de dos jóvenes “que garantizan el futuro de este increíble paso del fuego”, comentó Toño Arroyo en un paso del fuego, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional, que se celebró la noche del 23 de junio, la noche de San Juan.
“Por la noche la gente de San Pedro Manrique estaba muy contenta porque se vivió el paso del fuego de este año se vivió con mucha emoción y un anfiteatro en la Virgen de la Peña que estaba hasta los topes”, comentó Toño Arroyo, que destacó el estreno de “Adai y Alberto, los dos nuevos pasadores que garantizan el futuro de este mágico comento”.
A medianoche y a los pies de la Ermita de la Virgen de la Peña, 18 sampedranos atravesaron descalzos, solos o con una persona a hombros las brasas de 2.000 kilos de leña de roble, cuidadosamente preparados, cortada el año anterior. Dos o tres personas se encargaron durante seis horas de preparar una alfombra de ascuas, que una vez más estuvo perfecto para la ocasión.
Minutos antes del comienzo de la fiesta, los sampedranos bailaron alrededor de las brasas, hasta que llegó el momento, al filo de la medianoche, cuando los primeros en cruzar llevaron a cada una de las tres Móndidas a la espalda.