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Sociedad

Los vecinos de Belorado siguen "atónitos" con el cisma de las monjas clarisas

Las monjas, ahora excomulgadas, siguen vendiendo sus famosas trufas, según confirma el alcalde de la localidad

Monasterio de las Clarisas en Belorado EFE/Santi Otero / Santi Otero (EFE)

Burgos

Atónitos, incrédulos y expectantes son las tres primeras palabras que le vienen a la cabeza al alcalde de Belorado, Álvaro Eguíluz, para describir las sensaciones de los vecinos de la localidad 40 días después de que saltara la noticia de que la comunidad de monjas clarisas había declarado su intención de desvincularse de la Iglesia Católica. "Seguimos igual de atónitos que al principio y de incrédulos por todo lo que ha pasado. Desde mayo se han ido sucediendo noticias, a cada cual más rara", apunta el regidor beliforano.

Los habitantes de la localidad burgalesa, sobre todo los que viven en la parte más cercana al Monasterio de las Clarisas -un lugar algo apartado del núcleo principal del pueblo- han convivido durante estos días con la presencia constante de los medios de comunicación, las comparecencias de prensa del portavoz de las exmonjas, José Ceacero e incluso la llegada en de la Guardia Civil en alguna ocasión.

Eguíluz llegado a reunirse en una ocasión, en los primeros días del conflicto, con el falso sacerdote José Ceacero, que permanece con las monjas y con el falso obispo Pablo de Rojas en el interior del recinto. Ceacero transmitió al alcalde de la localidad que las monjas no querían ningún revuelo. Después ha intercambiado mensajes de WhatsApp con la ex abadesa de la comunidad y con otra de las religiosas. "lo que les pregunté es cómo lo estaban viviendo ellas y si estaban bien y me transmitieron que sí. A partir de ahí no hemos vuelto a hablar, porque lo que mi preocupación era que ellas estuviesen bien con todo este revuelo. La vivencia de la propia fe hemos entendido que es un asunto particular de ellas y que el Ayuntamiento no se tiene que posicionar", relata el alcalde de Belorado.

"Seguimos igual de atónitos"

Eguíluz entiende que el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, actúe con calma en este asunto porque es muy complejo, aunque evita valorar lo que está haciendo porque es un problema de la Iglesia, no el Ayuntamiento. "Entiendo que es una entidad que tiene que tomar sus propias decisiones y que lo haga como mejor estime y procede en la defensa de sus derechos, que entiendo que va por ahí el asunto". El alcalde añade que el tema es "poliédrico" porque a la decisión de las monjas cismáticas se une su relación con el falso obispo Pablo de Rojas, excomulgado por Iceta cuando era obispo de Bilbao.

Sus dulces siguen en el mercado

El alcalde solo aspira, según explica en una entrevista en Hoy por hoy Burgos, a que el monasterio siga teniendo uso porque es un recurso turístico más de la localidad, que es uno de los hitos principales del Camino de Santiago a su paso por la provincia burgalesa. Las Clarisas de Belorado se han hecho especialmente conocidas en los últimos años por sus habilidades reposteras -de hecho llegaron a presentar sus dulces de chocolate en una edición de Madrid Fusión-, aunque el revuelo causado por su anuncio de cisma ha dificultado la venta presencial de dulces por parte de las religiosas, en el propio torno del convento. No obstante, Eguíluz confirma que la venta ha continuado a través de internet y también se han suministrado trufas a algún comerciante de la localidad.

Rosalía Santaolalla

Se incorporó al equipo de Radio Castilla en el...