Sociedad
Maltrato animal

La Guardia Civil destapa un criadero de perros clandestino de raza Yorkshire en Burgos

En el centro –que carecía de Licencia Ambiental y declaración de núcleo zoológico- convivían 77 ejemplares sin las debidas condiciones de habitabilidad

Criadero clandestino de perros de raza Yorkshire / Guardia Civil

Burgos

El SEPRONA de la Guardia Civil ha localizado y desactivado un criadero clandestino de perros de raza Yorkshire, asentado en una localidad del Valle de Santibáñez, y denunciado a su propietario por el comercio de ejemplares a través de redes sociales, así como por varias negligencias a diversas normativas que lo regula. Adicionalmente, ha sido identificado y denunciado un veterinario que, en connivencia con el criador, prescribía medicación sin receta mediante albaranes.

Semanas atrás, el SEPRONA de la Comandancia de Burgos recibía información anónima, relacionada con la presunta venta de perros por un particular no profesional a través de redes sociales que a su vez regentaba un posible criadero de mascotas de raza Yorkshire carente de las debidas autorizaciones.

Tras contrastar la comunicación y recabar detalles sobre la ubicación del supuesto criadero, practicaron una inspección a las instalaciones en presencia del titular; el inmueble estaba dividido en dos estancias, una dedicada propiamente a la cría y habitabilidad de los canes y otra para almacenaje de material y medicación.

Su propietario los comercializaba de manera ilegal a través de redes sociales, con precios que variaban entre los 200 y los 1.500 euros

Su propietario los comercializaba de manera ilegal a través de redes sociales, con precios que variaban entre los 200 y los 1.500 euros / Guardia Civil

En la primera sala, acondicionada a su vez en 9 cheniles y en donde se hallaron también 4 transportines, habitaban un total de 77 ejemplares, de los cuales 49 eran adultos y 28 cachorros menores de 3 meses de edad; todos ellos carecían de las debidas dimensiones de habitabilidad exigibles para su bienestar y esparcimiento.

Si bien las mascotas allí halladas se encontraban en aparente buen estado físico y de salud, la lectura de microchips destapó que 28 de ellos no lo tenían implantado, y que otros 20 canes tampoco habían sido vacunados y desparasitados con las dosis obligatorias, negligencia que puede repercutir en enfermedades para los humanos y acarrear graves consecuencias para los cánidos, incluso su muerte.

La segunda estancia, estaba reservada para el almacenaje de medicamentos, entre otros enseres. La abundante medicación hallada, alguna ya caducada, carecía de receta; había sido ‘prescrita’ por un veterinario -en connivencia con el ‘criador’- mediante la confección de albaranes, que no justificaban su posesión y administración.

El propietario tampoco poseía la documentación necesaria para legalizar el criadero, Licencia Ambiental e inscripción en el registro de núcleos zoológicos de Castilla y León. Los animales que criaba eran puestos a la venta a través de redes sociales, a un precio que oscilaba entre los 200 y los 1.500 euros.

Se han levantado 6 actas denuncia por negligencias en la vacunación, desparasitación, implante de microchips, medicación caducada y sin receta y sobre bienestar animal

Se han levantado 6 actas denuncia por negligencias en la vacunación, desparasitación, implante de microchips, medicación caducada y sin receta y sobre bienestar animal / Guardia Civil

Las irregularidades observadas en cuanto a sanidad y bienestar animal, comercialización por redes sociales, ausencia de documentación, tenencia de medicación caducada y expedición sin receta han sido puestas en conocimiento del Ayuntamiento del municipio y de la Junta de Castilla y León en Burgos.

Al adquirir una mascota hay que concienciarse de que el animal necesitará nuestra atención y precisará de cuidados a lo largo de toda su vida. Debemos solicitar información sobre su origen real y pedir el pasaporte sanitario en el caso de que sea importado. Prestar especial atención a la venta por Internet, a los precios excesivamente bajos; nunca está de más realizar un chequeo veterinario posterior. Comprobar que el número de microchip y la fecha de nacimiento coinciden con la cartilla sanitaria oficial que acompaña al animal, donde figurará: raza, pedigrí, vacunas que se han aplicado y estado de desparasitación, sellos de las clínicas veterinarias y el número del facultativo correspondiente.

 
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