"Calienta, que sales": la radio veraniega es cosa de sustitutos

Valladolid

Las pistas se van sumando: hace más calor, los días se alargan, los anuncios de la tele se llenan de cremas solares, bebidas refrescantes y helados de sabores y formas variadas y la doble fila a la puerta de los colegios se desvanece: las vacaciones de verano han empezado. Y la radio que -como la policía, los bomberos, las urgencias hospitalarias o las funerarias, que cada cual elija aquello con lo que se encuentre más conectado- funciona las 24 horas del día, los 365 días del año, necesita mantener la antena activa pero con voces que pasan de ocupar un plano secundario a ser los protagonistas, los mandamases, los amos del cotarro. La parrilla -no esa que se están imaginando- suena igual, pero no. Es el momento de los sustitutos.

Saben que su reinado es efímero. Que septiembre está ahí, acechando, con esa bajona que presagia el otoño y el inevitable invierno. Pero, mientras terrazas, piscinas y playas estén llenas, el micrófono es suyo. Aunque sea a tiempo parcial. Martín Luna sabe bien qué se siente. Pero para eso, para saber las razones que le llevan a identificarse con esta figura hay que escuchar el último episodio de la temporada 'regular' de Historias de los de la radio, que nuestro colaborador ha perpetrado desde que en febrero pusimos en marcha nuevos contenidos para celebrar que Radio Valladolid cumple 90 años en 2024.

Con él hemos lanzado una mirada diferente a todo lo que rodea al trabajo en una emisora. Por su particular punto de vista han pasado asuntos tan dispares como las señales horarias, las sintonías y los nombres de los programas, el tono de voz de los locutores, los errores que cometemos al micrófono o, como en este caso, el rol que adquieren durante unas semanas quienes, por cierto, en no pocos casos pasan de ser sustitutos a la titularidad absoluta e indiscutible. De eso, hay unos cuántos ejemplos.

Y ya que hablamos de sustitutos. Aunque lo hemos intentado, hemos sido incapaces de encontrar uno adecuado oara Martín Luna. Ya se imaginarán por qué. Así que hemos pedidos que se desdoble, como el envoltorio de un caramelo Sugus. De esta manera, durante el verano tendrán la ocasión de seguir disfrutando de sus particulares análisis. Puede, incluso, que algunas de las cosas que cuente les suenen. Pero créanme, el Martín Luna sustituto hace las cosas tan bien como el titular. Por eso los episodios programados les van a parecer ya conocidos. Pero sólo por eso.