‘El Cielo de Salamanca’ es un mural para la enseñanza del cielo astrológico según el ‘Tetrabiblos’ de Ptolomeo
‘Journal for the History of Astronomy’ publica el trabajo de José Guillermo Sánchez y Pablo Recio que revela cómo sería ‘El Cielo’ original y descarta que refleje una noche de agosto de 1475
Salamanca
La Universidad de Salamanca se consolidó en la segunda mitad del siglo XV como un gran centro de referencia de Estudios. En 1460, con la creación de la Cátedra de Astrología/Astronomía/Matemáticas, asociada a los estudios de medicina, hombres doctos dieron forma en sus aulas a proyectos que asentarían las bases para la reforma del calendario gregoriano e impulsarían el conocimiento sobre la concepción del sistema cosmológico en la antesala de la revolución copernicana y la navegación transoceánica.
Uno de los tesoros artísticos de la USAL es el bello mural conocido como “El Cielo de Salamanca”, custodiado desde 1953 en el claustro de las Escuelas Menores y que es parte de una obra mayor realizada entre 1483-1486 en lo que hoy es la Capilla de San Jerónimo. Atribuida a Fernando Gallego, representa algunos signos zodiacales y constelaciones ptolemaicas, el Sol y Mercurio. Su funcionalidad y la imagen en él representadas siempre han estado rodeadas de misterio y han dado origen a numerosas especulaciones. En la actualidad, la más aceptada afirmaba que se trataba de una representación de la bóveda celeste de una noche de agosto de 1475.
Ahora, los investigadores José Guillermo Sánchez León y Pablo Recio Sánchez, de la Universidad de Salamanca y la Universidad Politécnica de Valencia, respectivamente, demuestran en un nuevo trabajo de investigación que “la pintura no es una representación de un cielo real de agosto de 1475. Se trata de una iconográfica, seguramente basada en la edición de 1482 del libro Poeticon Astronomicon, de Higino”, informan los autores a Comunicación USAL.
El magnífico mural “cumpliría una doble función decorativa y didáctica donde los planetas están en sus casas o domicilios según el Tetrabiblos de Ptolomeo”. Añaden, además, que “el error de suponer que lo representado por la pintura es un cielo real de la segunda quincena de agosto de 1475 es una idea reciente, de 1992, donde el autor calculó las posiciones de los planetas en las constelaciones zodiacales y no en los signos zodiacales, que es como se hacía en el siglo XV. Autores posteriores han arrastrado el error”, subrayan.