Biogás y ganadería frente a la alarma social de la población: el debate en la Ribera del Duero continúa
La SER une a todas las partes sumidas en el conflicto sobre las plantas de biogás sin la visualización
Biogás y ganadería frente la alarma social de la población: el debate en la Ribera del Duero continúa
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Ribera del Duero
En una época en la que los combustibles fósiles parecen tener fecha de fin, y con el acecho del cambio climático, hoy día se buscan nuevas fuentes de energía y con la sostenibilidad como eje conductor. Una de las que ha arribado, o pretende hacerlo al menos, a la Ribera del Duero, es el biogás. La instalación de estas plantas -de momento en Milagros y Fuentelcésped-, cuyos impulsores aseguran son de riesgo cero para el entorno -tanto el viñedo, como los vecinos de las localidades colindantes-, han encontrado una fuerte oposición. Durante estos meses se han sucedido muchos cruces de declaraciones, pero en la SER se ha producido un debate este lunes en el que ambas partes han podido exponer y compartir sus posturas y reflexiones, y en el que también ha participado nuestro colaborador Antonio Miguel Niño, reconocido activista en pro de la energía sostenible, y que destaca que hay tres plantas interesadas -hay que sumar una de Iberdrola- en instalarse en un radio muy reducido.
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El biogás y la ganadería
Alberto Pérez y Sergio Vázquez son portavoces de Five Bioenergy, que lleva cuatro años con procedimientos y pasos para instalarse en Milagros. Tras relatar la situación energética, reiteran que "las cosas se pueden hacer bien", porque "es una buena oportunidad" y por eso "hay que informar mucho". Destacan que "la planta de Milagros es estándar" y que "nosotros no emitimos ácido sulfhídrico", con una licencia ambiental "que va condicionada, con protocolos de seguimiento, y licencia de actividad que si cometes un fallo se te quita; con la inversión que se hace precisamente no es para cometer fallos". "Conozco casos y son sangrantes, pero para eso invitamos a conocer los proyectos que tenemos en nuestra firma en Holanda. Hay viviendas enfrente y no hay problemas", añade.
"Hay muchos tipos de planta, y hay que saber diferenciar. Creo que esta es una gran oportunidad de poder conciliar y que os sintáis informados. Invito a todos a ir y comprobar. El tiempo dirá quién tiene la razón. Pero ¿qué solución damos a un ganadero ante la situación de no poder tirar los purines al suelo?, pregunta Vázquez por su parte. Pues ante ello, la opinión de una ganadera de porcino como Begoña, que lamenta la cada vez más reducida opción de poderse deshacer de los purines. "Se ve un problema porque no tenemos capacidad suficiente, cada vez nos recortan más los tiempos; tenemos que producir estiércol y debemos tenerlo fuera de las granjas, ahora se lo lleva la cooperativa y hay quienes lo echan en las tierras, pero desde el punto medioambiental y la administración eso no se permite. Si no fuera por estos señores, a mí me cierran la granja, mi vida", afirma.
Un pueblo alarmado y preocupado
Ante la problemática de los ganaderos y la 'solución' que brinda con oportunidad energética el biogás, se halla la oposición rotunda de un buen número de vecinos. La mayor respuesta se ha dado en Milagros. La Asociación Amigos de Milagros está representada por Aurora y Aitor. Su preocupación, la salud de todos los vecinos y el futuro de su pueblo. "No estábamos informados. Todavía espero una reunión antes de licencias y parcelas. Aquí hay falta de transparencia y urgencia, porque quieren poner máquinas a trabajar en septiembre. Pero tonto no soy. No queremos que se implanten. Primero por los transportes, cada media hora un camión. Luego las limpiezas. El 80% de las plantas tienen fallas, y tenemos muchos ejemplos negativos. Si un técnico comete un error, nos ponemos todos enfermos. A un kilómetro está el colegio y la residencia. Esto no es economía circular, esto tiene que ver con la salud de mi pueblo. Y estoy a favor del empresario, pero cuando las cosas se hacen bien", explica el último, haciendo referencia a la salud.
Aurora, mientras, refleja que "está habiendo una disgregación social en el pueblo", y cuestiona el proyecto "que está disgregado, no dice cosas claras", destacando que "muchos no lo quieren o hay despistados porque no se quieren posicionar por miedo o interés". Pregunta a los promotores "si viendo todo esto y sobre todo el rechazo" no se han planteado paralizar sus intenciones. Dice que "lo más fácil es tirar de internet para informarse de los ejemplos", y lamentan que "parecen tener todo listo para iniciar". "Vamos a seguir defendiendo porque creemos que es contaminante. Nos estamos uniendo con la idea de pararlo, y con la idea de que se regule. Nos preocupa la salud, y nuestras viviendas. O nos tenemos que ir, o nos tocará tener la nariz tapada, porque hay muchos casos", añaden.
El debate acaba con argumentos expuestos sobre la mesa, pero sin ningún acuerdo. Cada uno tiene su razón. Y a la par su problema. Pero la gran duda que se plantea es cuál será la solución final. Que no contentará a todos.
La charla al completo, en el audio superior.