Se acabaron las prisas para sacar el carné de conducir

Valladolid

Los tiempos están cambiando. Lo cantaba Dylan y vuelve a demostrarse como una realidad contundente. Incluso en una actividad típicamente veraniega. Lejos quedan aquellas clases clandestinas supervisadas por un adulto presuntamente responsables que, supuestamente, nos preparaban para que el trámite en la autoescuela, primero, y después en Tráfico, fuera lo más liviano posible. Ahora eso, por cierto, es constitutivo de delito. Presuntas clases a las que uno llegaba empujado por las urgencias para que, cumplidos los 18 años, el primer paso de la mayoría de edad pasara por contar con la preceptiva autorización administrativa para manejar un vehículo automóvil. O sea, para aprobar el carné de conducir y disfrutar de la hipotética independencia que conlleva. Esas urgencias se han relajado. Bastante.

"Pueden pasar años, incluso", empieza explicando el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Valladolid, José Luis Matos, durante la entrevista emitida en la edición local de 'Hoy por Hoy'. Años que transcurren entre la matriculación y el momento en el que se supera la prueba práctica para la que por cierto no hay mejor truco que acudir cuando se está "suficientemente preparado". Hacerlo antes, apunta Matos, "puede ser la primera causa para suspender el examen". Esta relajación de las costumbres se entiende mejor a la luz de los alteraciones que han sufrido los hábitos de movilidad y, desde hace unos años, la entrada en el mercado de los vehículos de movilidad personal, con los patinetes eléctricos como principal reclamo.

Tampoco es igual la manera en la que se hace la preparación. Se acabaron los test en papel, aquellas tiras alargadas y plastificadas de corrección con las que se comprobaban los avances en el aprendizaje. La formación a través de soportes digitales es la gran protagonista. Y los soportes on line facilitan las cosas a quienes no quieren -o no pueden, acudir de manera presencial. Pero José Luis Matos recalca que la "interacción" entre el profesor y el estudiante "sigue siendo insustituible".

Conducción profesional

La actividad en las autoescuelas de la provincia ha sido buena en los últimos meses e incluye un fenómenos que sus titulares vienen comprobando con mayor fuerza desde hace dos años: un incremento en el número de personas que aspiran al permiso para conducir vehículos pesados o de transporte de pasajeros como herramienta para ganarse la vida. En este grupo se incluyen mayores de 30 o 40 años, en muchos casos oriundos de otros países que esperan realizar el "canje", esto es, aplicar los acuerdos que les permiten conducir en España. También hay españoles que consideran que esta opción profesional es la más adecuada para ellos. Y todo en un momento en el que las asociaciones del sector recalcan la necesidad de contar con más mano de obra.

Plantilla es lo que sigue haciendo falta en la DGT, según ha indicado el responsable de las autoescuelas vallisoletanas. Y aunque en nuestra provincia la situación es mejor que en otros puntos de España, la llegada del verano y las vacaciones entre estos funcionarios vuelve a generar una bolsa de aspirantes que aguardan para escuchar la voz del examinador de turno.

El coste medio para sacarse el carné ronda los 1.000 euros sumando la formación téorica y práctica además de las tasas