Amor, odio y venganza: la leyenda de los Siete Infantes de Lara

Burgos

La localidad burgalesa de Castrillo de la Reina vuelve a poner en escena este fin de semana la obra Los Siete Infantes de Lara, una representación que cumple este año 32 ediciones y que supone "un esfuerzo grande para un pueblo tan pequeño", según su director, Abilio Abad. "Es una escenificación compleja", según explica, en la que unas 50 personas se suben al escenario y en total unas cien trabajan para que todo funcione correctamente. Castrillo de la Reina es un pueblo de unos 180 habitantes, cercano a Salas de los Infantes, que recibe a unos 400 espectadores cada día de representación.

La obra, una adaptación del propio Abad de 'El bastardo Mudarra' de Lope de Vega, sigue obteniendo la aceptación del público gracias con una historia "de un dramatismo brutal", según la describe su director. "Se cuenta la naturaleza humana: amores, odios, venganza y nuestro origen castellano y permite dar a conocer la leyenda de los siete infantes de Lara", añade.

La leyenda sitúa la historia en el último tercio del siglo X: dos familias emparentadas, la de Gonzalo Gustios, Doña Sancha y sus siete hijos, y la de Ruy Velázquez y Doña Lambra, se enfrentan tras unos juegos medievales en los que se produce una rencilla. Como venganza por estos hechos, Ruy Velázquez traiciona a sus sobrinos, los Infantes, se los entrega a un capitán moro que los decapita y enseña sus cabezas al padre, Gonzalo Gustios, al que retenía como prisionero en una cárcel de Córdoba. Gustios volverá a su casa de Salas, pero en Córdoba nacerá un hijo bastardo suyo y de una noble mora, Zaida, que lo cuidaba en prisión. Ese hijo, Mudarra, llegará años más tarde a Castilla a conocer a su padre cristiano y cobrarse venganza.

Abilio Abad cree que la obra, que se representa cada año por estas fechas, sigue teniendo tirón porque "tiene alma". Cada año, además, la organización va mejorando algunos aspectos -este año se han introducido algunas mejoras en la iluminación y el sonido- y se introduce alguna novedad. En esta ocasión, hay una escena con un componente novedoso, aunque Abad no ofrece muchos detalles y prefiere dejar que lo descubran los espectadores. El director de los Siete Infantes de Lara confía en que la obra se seguirá representando durante más ediciones porque cuentan con relevo generacional. De hecho, del reparto original quedan solo tres actores, que siguen participando en la representación.

La obra se pone sobre las tablas este viernes, sábado y domingo, en el atrio de la iglesia. Las entradas continúan a la venta -Abad recomienda reservarla y llevar ropa de abrigo, ya que comienza a las 10 de la noche-, se pueden adquirir por teléfono y en el Ayuntamiento de la localidad por las tardes.

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