Vinuesa se prepara para la Pingada del Mayo y la Pinochada

Soria

Desde el miércoles 14 al domingo 18 de agosto, la localidad de Vinuesa celebra sus fiestas patronales en honor a la Virgen del Pino y San Roque. La localidad pinariega volverá a vivir especialmente, la pingada del mayo, con los jóvenes, y La Pinochada, en la que las mujeres adquieren gran protagonismo.

El alcalde de Vinuesa se ha pasado por Hoy Por Hoy Soria minutos antes de partir a por el mayo. "Esperando estamos a los bueyes, que han tenido un pequeño problema, pero están por llegar. Iremos al bosque a por los dos pinos que nos traeremos para pingar este miércoles", explica Juan Ramón Soria.

Recordemos que el mayo es pino entre 22-26 metros de altura y hasta una tonelada de peso, desprovisto de ramas excepto la copa. La fiesta se compone de un desfile de color, alegría y peñas, que sube desde la Ermita de la Soledad hasta la Plaza Mayor, donde a las 12.00h se comienza a pingar el Mayo en mitad de la Plaza. Para alzarlo se usan unos palos en forma de cruz y bajo las oportunas ordenes del director, los mozos del pueblo consiguen situarlo recto. Dicho Mayo, es elegido días antes por los mayordomos de la Cofradía de la 'Virgen del Pino'. (compuesta por hombres casados).

Al finalizar la "Pingada del Mayo" de la Plaza, el bullicio de gente y los mozos con las astas que utilizan para pingarlo, se dirigen hasta la Plaza de la Ermita de la Soledad, donde se pinga otro Mayo, en este caso, perteneciente a la Cofradía de "San Roque" (solteros). Alrededor de las 22.00 horas en la Iglesia Parroquial, hay una solemne función religiosa de 'Ofrenda de la Vela' del pueblo a su Excelsa Patrona Ntra. Sra. del Pino, con la asistencia de Autoridades. Cofradías e Insignias; en la misma se canta una Salve compuesta por el maestro Hilarión Eslava. Se ofrecen tres velas, una el día 14 y las otras dos el día 15.

El 16 de agosto, la Pinochada

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El viernes será el turno de la Pinochada, fiesta declarada de Interés Turístico Regional, con varias historias sobre su origen, pero el más extendido, de carácter histórico, es el que explica Juan ramón Soria. "La aparición de la Virgen del Pino en un pino en el límite de Vinuesa y Covaleda, generó que ambos pueblos iniciaran una lucha. Vinuesa fue vencedora gracias a la intervención de sus mujeres". De tal modo, la talla de la Virgen se quedó en Vinuesa y la parte del monte fue para Covaleda.

Otras teorías consideran la Pinochada como una reminiscencia del matriarcado, habida cuenta de la autoridad y mando temporal que en esta fiesta tienen las mujeres, tal vez relacionado con las Águedas que se celebran en muchas localidades de la Península Ibérica en el mes de febrero. Incluso hay quien ve en esta fiesta una pervivencia del culto de los pueblos celtas al pino, o una fundación de los visontinos que habían tomado parte en las guerras de Flandes.

Dos son las Cofradías que organizan y participan en la Pinochada: la de Nuestra Señora del Pino, formada sólo por casados y la de San Roque, exclusivamente de solteros. Ambas se rigen por unos estatutos aprobados por Fernando VI en el cuarto año de su reinado, que establecen que todos los cofrades tienen la obligación de asistir a la procesión, misa mayor y demás funciones. Cada hermandad cuenta con sus propios personajes de capitán, alférez y sargentos.