Se ponen en marcha las primeras medidas contra la plaga de topillos en La Moraña

Ávila

En Madrigal de las Altas Torres ha comenzado la limpieza de las cunetas para destruir las huras en las que crían los topillos y controlar así su población. La Diputación Provincial ha alquilado cuatro máquinas para llevar a cabo estos trabajos en los quince municipios del norte de la comarca de La Moraña que se consideran la "zona cero" de la plaga, según los datos que maneja la Junta de Castilla y León.

Estamos hablando de una extensión de unas 30.000 hectáreas, así que la previsión es que los trabajos duren al menos diez días. "Es lo que nos permite la Junta hacer, no nos permite otro tipo de tratamiento", explica el diputado de Consorcios, Antonio Jiménez.

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"Yo creo que hay que actuar antes, no esperar a ahora. Tenemos que ver la manera de actuar antes contra estos animalitos que hacen bastante daño" en las explotaciones agrarias.

Al repasar las cunetas con la maquinaria se rompen las madrigueras y eso facilita que las aves rapaces puedan capturarlos. También desde hace tiempo se están tomando medidas para incrementar la población de esas aves, una alternativa ecológica al uso de rodenticidas.

Hace quince años El Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su hábitat, GREFA, puso en marcha hace quince años un proyecto a través del cual han colocado más de 2.000 cajas nido para rapaces en más de sesenta municipios de Castilla y León.

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Se estima que una sola pareja reproductora de lechuza puede llegar a consumir unos novecientos topillos durante la época de cría.

El problema para los agricultores "es bastante serio".

Los agricultores de Madrigal de las Altas Torres calculan que este año han podido perder en torno al 30 por ciento de la cosecha por culpa de estos roedores. Antonio Jiménez recuerda que los topillos "se alimentan sobre todo de las raíces". "Lo que hacen es comerse la raíz y empiezan a secar la planta, y luego, cuando está granada, empiezan a roer la planta y se comen el grano"

El alcalde de Madrigal, Jesús Del Campo, dice que ya en febrero comunicaron el problema a la Junta. "Sí que es verdad que vinieron a hacer un poco la monitorización de lo que eran los daños, pero creemos que se tenía que haber actuado antes por parte de la Junta para no llegar a tener estas pérdidas. Hay que estar un poco más al lado de los agricultores que son los que dan vida a los pueblos".