Sociedad

El Puente Colgante de Valladolid, declarado monumento Bien de Interés Cultural

Este reconocimiento a sus valores históricos, técnicos e inmateriales no implicará que deba cerrarse al tráfico

Vista del Puente Colgante, en Valladolid / Google Street View

Valladolid

La Junta de Castilla y León ha declarado el Puente Colgante de Valladolid como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento, un reconocimiento a sus valores históricos, técnicos e inmateriales que no implicará que deba cerrarse al tráfico, ha indicado el portavoz autonómico, Carlos Fernández Carriedo. El Consejo de Gobierno celebrado este jueves ha aprobad la declaración como BIC para el conocido como Puente de Hierro de la capital vallisoletana, un bien único en el patrimonio cultural de Castilla y León, con valores singulares y excepcionales, que lo hacen merecedor de esta protección especial.

El Puente Colgante "constituye uno de los elementos urbanos históricos más característicos e identificadores de Valladolid e imagen icónica de la relación de la ciudad con el río Pisuerga", ha recordado la Junta, de ahí que se proteja también el entorno mínimo que garantice la visual paisajística esencial del monumento.

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Fernández Carriedo ha indicado, a preguntas de los periodistas, que la declaración de BIC busca proteger y conserva este elemento patrimonio único, el primer puente de hierro construido en España y el cuarto en Europa con arco-tirante, pero no supondrá una limitación del tráfico. Le corresponde al Ayuntamiento de Valladolid la competencia en la regulación del tráfico, ha recordado, pero el BIC "garantiza su conservación y preservación", siendo ambas compatibles con los usos para los que fue diseñado, como ocurre con otros bienes declarados de interés cultural en Castilla y León.

El primer puente colgante de España

El Puente Colgante de Valladolid se ubica junto al Monasterio de Nuestra Señora del Prado, y no es tanto un puente colgante como una estructura en hierro forjado, con sistema de arco atirantado, sobre apoyos laterales de fábrica de sillería y pedestales de fundición.

Tiene un tablero de 75,70 metros de largo y 7 metros de anchura, con un único vano de 68,70 metros, que en origen presentaba un suelo de madera de pino. Y su construcción, en 1865, lo convirtió en el primero de sus características en el país, y ha conservado su esencia hasta la actualidad. El proceso de construcción comenzó en 1851 con la elección del enclave para la construcción de un auténtico puente colgante, bajo la dirección del ingeniero Andrés de Mendizábal, apadrinado por la reina Isabel II.

Las obras se iniciaron en 1852, pero pronto surgieron dudas sobre la estabilidad de la novedosa estructura de puente colgante y, aunque se presentó un segundo proyecto del mismo autor con el sistema Vergniais, finalmente se optó por la suspensión definitiva de las obras en 1854 y la construcción de un puente de arco atirantado.

Aunque no existe constancia documental, la autoría del nuevo proyecto se atribuye a una de las figuras más importantes en el desarrollo de la ingeniería en España, Lucio del Valle. La fabricación en hierro forjado y fundido del Puente Colgante se llevó a cabo en Inglaterra, por John Henderson Porter, en los talleres de Ebro Works en Tividale, cerca de Birmingham. Las piezas, elaboradas en los talleres ingleses y enviadas a España a través de los puertos de Santander y Bilbao, llegaron a Valladolid en abril de 1864; su colocación, ajuste y roblonado duró siete meses.

Una vez montado el Puente en la orilla derecha del río, se construyeron tres caballetes provisionales de madera a través de los cuales deslizarían el Puente hasta colocarlo en su posición definitiva.

En abril de 1864 se realizó la prueba de carga que resulto un éxito, inaugurándose en 20 de abril de 1865.

"Justicia" para un emblema de la ciudad

El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, considera que la declaración como BIC sirve para "hacer justicia" a un "emblema" de la ciudad, un puente colgante que ha sido, es y seguirá siendo una vía de comunicación medular, que el Ayuntamiento continuará preservando en las mejores condiciones técnicas.

En un mensaje de audio difundido a los medios, Carenero ha recordado que tras ochocientos años con un único puente, el Mayor, en Valladolid se inauguró en 1865 una segunda vía de comunicación sobre el río Pisuerga, que implementó además una técnica innovadora y marcó un hito en la arquitectura, un puente al que ahora el BIC rinde homenaje.