Los jóvenes buscan en las fiestas de los pueblos lo que no encuentran en Aranda
Lucía Casbestrero es una joven ribereña que ha pulsado opiniones de adolescentes que se dicen sentir en el medio rural un ambiente más cercano y entrañable
Los jóvenes buscan en las fiestas de los pueblos lo que no encuentran en Aranda
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Aranda de Duero/Ribera del Duero
Cada sábado una procesión. Y no solo la tradicional en honor al patrón o patrona de cada localidad, sino la que se produce de muchos adolescentes desde Aranda hasta distinta localidades de nuestra Comarca. Los jóvenes salen de Aranda, donde no encuentran alicientes que les retenga y buscan otras motivaciones en los pueblos. Con Lucía Cabestrero hemos intentando averiguar que ofrece la zona rural que la hace mucho más atractiva que una ciudad intermedia mucho más grande.
Las diferentes opiniones que se han pulsado justifican este peregrinaje al mundo Rural: “en que Aranda no ofrece a los jóvenes que nosotros buscamos. Queremos estar rodeados de gente de nuestra edad, en nuestro ambiente y eso en esta ciudad ya satura porque siempre es lo mismo. En los pueblos encuentras cosas distintas”, dice una joven.
Otras valoraciones apuntan a que “los pueblos ofrecen fiestas más cercanas y entrañables”, “se disfrutan al máximo, sales de la rutina de Aranda de bares y discotecas. Es más entretenido”, “para mí no hay nada mejor que una buena orquesta y una charanga y estar con los amigos”, “la gente en verano quiere cambiar de lo que siempre ofrece Aranda que siempre es lo mismo”.
Lucía Cabestrero abunda en que “los jóvenes somos muy sociables, buscamos ese ambiente y lo encontramos en los pueblos que te permiten salir de la rutina de siempre en Aranda”.
La joven ribereña relata en la SER que la aventura comienza “convenciendo a padres o madres para que nos lleven o recojan, está el recurso del taxi y a veces un autobús”. Cuando resuelves el medio de transporte, falta el contenido, y lo encuentran entre la 1 y las 7 de la mañana “juntándote con más jóvenes, con la música que nos gusta a lado de la tómbola, la disco móvil o una rave que algunos montan con música actual”.
Relata Lucía Cabestrero cómo en los pueblos “la gente es increíble, te ofrecen comida, entrar en sus casas…todo lo que necesitas. Es todo más familiar y entrañable”.
Y el domingo. Día de huída del ruido para descansar y desconectar.
