Un buen Pucela no puede cambiar el guión del Bernabéu
Tras el gol de Valverde que abría el marcador el equipo de Pezzolano pudo empatar pero acabó cediendo con goles de Brahim y Endrik en la recta final

Laliga

Valladolid
Al Real Valladolid se puede reprochar poco en una partido en que al final sufrió un marcador que no corresponde a lo que se vio sobre el césped. Quizá los fallos en el primer y segundo gol, totalmente evitables, pero en el resto hizo lo que tenía que hacer en cada momento. El equipo de Pezzolano firmó un primer tiempo casi perfecto a nivel defensivo, con sucesivas ayudas y mucho orden. El Real Madrid no logro generar ocasiones claras, aunque eso sumó cansancio en las filas visitantes que persiguió el balón durante muchos minutos y también le impidió estirarse para buscar un gol que le adelantara en el marcador.
Todo cambió tras el descanso. Un gol de falta de Valverde con fallo de la barrera vallisoletana abrió el partido. El Valladolid se estiró sin perder el orden y a punto estuvo de empatar con sendas acciones de los recién salidos Sylla y Moro pero no acertaron, y ya se sabe lo que suele ocurrir en estos campos cuando perdonas. El Madrid sentenció con dos goles a la contra en la recta final con el sello de Brahim y Endrik, que curiosamente también acababan se saltar al campo.
Pezzolano definió perfectamente el sentir de la plantilla en el vestuario: "Nos vamos satisfechos pero no contentos". Próxima cita el miércoles ante el Leganés en Zorrilla a partir de las 19:00 horas.




