Pedro Luis, alcalde de Milagros: "Sé que la planta se va a hacer, pero es muy duro ver fracturado al pueblo, ver odio de tus vecinos y perder amigos"
Lamenta el conflicto que se ha generado en la localidad por la posible llegada de una planta de biogás
Pedro Luis, alcalde de Milagros: "Sé que la planta se va a hacer, pero es muy duro ver fracturado al pueblo, ver odio de tus vecinos y perder amigos"
Milagros
En Milagros hacer honor al nombre de la localidad sería posible si se llegara a un acuerdo y entendimiento entre las dos partes que se han enfrentado desde hace meses con motivo del proyecto de instalación de una planta de biogás en su polígono. Porque con el paso de las semanas, el conflicto no parece aminorar. Una parte de los vecinos apuesta por ella, entre ellos el alcalde, Pedro Luis Miguel, que considera que la instalación de esta firma de origen holandés en el municipio ayudaría a solventar problemas actuales, y casi asegura su llegada. "Sé que la planta se va a hacer, la que nosotros queremos, con esas garantías necesarias y esa cantidad de obreros; creo que es bueno para el pueblo y que no va a tener inconvenientes. Y que haya discrepancia no tiene que ver que quienes la quieren quieran menos a su pueblo. Hemos intentado construir, pero nos hemos tenido que callar por precaución, porque no se quiere dialogar ni escuchar. Lo hemos intentado, por esa y otras vías, y estamos dispuestos a reunirnos, traer técnicos, posturas distintas...", define, lamentando que "no tiene pinta de que haya consenso" y que incluso gente de su confianza "a la que consideraba amiga" haya pasado "por encima del Ayuntamiento y hayan ido a por nosotros".
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La dificultad de dirigir un pueblo enfrentado
Precisamente el enfrentamiento que se está produciendo es muy complejo. Milagros está dividido. Y al alcalde esta difícil situación le quita el sueño, reconoce. "Lo que peor he llevado es que se colocaran pancartas en el colegio e infundir opiniones a los niños, que luego me lo decían por la calle", cuenta. "Estamos saturados. Si estamos aquí es porque pensamos que marcharse sería una barbaridad. Pero hemos pensado en irnos muchas veces. En casa tengo una madre de 101 años que es consciente de que estoy mal. Mi familia y amigos me arropan, pero esto también ha dejado caer por el camino a algunos", detalla. "Se puede pensar distinto, pero encontrarte ruedas de tu coche pinchadas, insultos y gestos por la calle, y encima de críos... Es una de las cosas que peor he llevado", reflexiona.
Pedro Luis Miguel cuenta que "esto no es una macroplanta ni macrogranja". "Tiene que ir a algún lado, porque los deshechos tienen que ir a algún lado. Este es un polígono donde se asientan industrias, no sé por qué se tiene que exigir lo que no se les exige a otras. Conseguirían un aparato incluso para reducir olores", apunta, dejando claro que "si no lo hacen bien, o se abre y no se hace bien, la planta se cerraría".
Con la advertencia de que la ciudadanía contraria "no está llamando a la puerta que es" porque "depende de la Junta y nosotros como Ayuntamiento solo somos un mero espectador", anima a que los vecinos no se opongan al consistorio, sino que se presenten en la Junta. Porque "si de verdad afectara a la salud, evidentemente su instalación aquí no se permitiría", sentencia.
La charla puede reproducirse en el audio superior.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...