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Sociedad

Herradón de Pinares recuerda este fin de semana los 25 años de la riada

Una tormenta provocó la crecida del arroyo Gaznata que atraviesa esta población

Se cumplen 25 años de la riada en Herradón de Pinares (Ávila)

Ávila

La localidad abulense de Herradón-La Cañada conmemora este fin de semana los 25 años de una riada que no dejó víctimas en este pueblo, aunque sí se cobró tres vidas en otro punto de la provincia, el primer día de septiembre de 1999. Esa jornada aciaga y recordada por muchos abulenses aún se produjo una gran tormenta en el Alto de Valdelavía, que provocó la crecida de varios arroyos, entre ellos el Gaznata, que atraviesa y divide la pequeña población de El Herradón de Pinares, donde no había llovido.

Antes de que se conocieran los efectos que la crecida del arroyo, situado aguas abajo del Alto de Valdelavía, la desgraciada noticia fue la muerte de dos hermanos de 2 años y 14 meses, así como de un hombre de 39 años, arrastrados por las corrientes de los arroyos Ciervos y Cortos. La cantidad de agua que cayó en el Alto de Valdelavía provocó la crecida del Gaznata, hacia el sur, y de Ciervos y Cortos, hacia el norte, provocando una de las mayores tragedias que se recuerdan en la provincia de Ávila.

Herradón de Pinares recuerda los 25 años de la riada

Una familia que partía de vacaciones con sus dos hijos quedó atrapada por la balsa que se formó en la N-110 (Soria-Plasencia), a la altura de Mediana de Voltoya, y la fuerte corriente de agua arrastró a los dos pequeños, tras arrebatárselos a su padre cuando trataba de salvarlos. Varios kilómetros más adelante, en la misma carretera, un hombre de 39 años fue también arrastrado en su coche por la fuerza del agua en un puente sobre el arroyo Cortos, y su cuerpo apareció a varios kilómetros de distancia.

Sin víctimas pero con numerosos daños materiales

Mientras las consecuencias de la riada se centraban en la búsqueda y rescate de víctimas, los vecinos de Herradón de Pinares luchaban contra el desastre que había ocasionado la gran crecida del arroyo Gaznata, aunque en este caso, afortunadamente, sin víctimas mortales. Muchos de sus vecinos, los que vivían a uno y otro lado del arroyo, habitualmente seco, se tuvieron que subir a la segunda planta para no ser arrastrados por la fuerza del agua y todo lo que arrastró a su paso, dejando mucha destrucción en las explotaciones agrícolas y, sobre todo, ganaderas.

Lo que muchos consideran 'milagro' se conmemorará este fin de semana en esta pequeña localidad con algunas actividades el sábado y los actos centrales el domingo. Se trata de una oración de acción de gracias en la iglesia de Santa María la Mayor -13.00 horas-, antes de descubrir una placa conmemorativa en el Ayuntamiento del municipio.

Al acto han sido invitadas por parte del Consistorio las autoridades de diferentes administraciones, a los representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a las entidades que en aquellos momentos difíciles ayudaron y colaboraron con la reconstrucción del pueblo. Además, el Ayuntamiento acogerá una exposición el sábado y el domingo -de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00 horas-, en torno a los efectos de la riada en el municipio.

Desde el Consistorio se recuerda cómo el agua del arroyo "superó los muros que lo delimitaban y entró por las puertas de las casas, arrastrando coches y dividiendo el pueblo en dos, dejando a las familias incomunicadas entre sí".

"Los vecinos tuvieron que subir a los tejados hasta que bajó el nivel del agua y pudieron ser rescatados", apunta el Consistorio, que recuerda la "implicación" de muchas personas y colectivos en la limpieza del municipio y a través de "la entrega de donativos, comida y ropa para los afectados".

Durante los meses siguientes, "se trabajó intensamente en la recuperación", canalizando el arroyo y habilitando puentes para la conexión de ambas márgenes.EFE

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