Sociedad

Termina el 'Verano en Paz' en Palencia para los niños saharauis

En total han sido 12 niños y niñas los que han pasado su verano en Palencia junto a sus respectivas familias de acogida

Los niños saharauis participantes en el programa "Verano en Paz" regresan a los campos de refugiados

Palencia

Tras 62 días, los 12 niños y niñas saharauis participantes en el programa 'Verano en Paz' que han disfrutado de estas semanas en Palencia, regresan a casa. Esta mañana se reunían en los entornos de la parroquia de San José en la capital palentina para despedirse y poco después emprender el viaje que les llevará de nuevo a los campos de refugiados.

Durante este tiempo Guardo, Renedo, Saldaña y la capital han sido los lugares en los que los pequeños han encontrado un hogar gracias a la solidaridad y generosidad de sus familias de acogida.

Cabe recordar que estos niños y niñas de 9 y 10 años, suelen llegar a nuestro país con problemas nutricionales por la escasez que sufren en los campos de refugiados en Argelia, donde sus familias se vieron obligadas a huir hace años tras la ocupación del Sáhara occidental y en estos días, además de proporcionarles atención médica, revisiones oftalmológicas o bucodentales, los niños han podido vivir un verano lleno de experiencias que no podrían experimentar de no ser por este programa. Pero lo más importante es que han conocido a las que ya son sus segundas familias en España. De esta forma han establecido vínculos que en ocasiones se puede prolongar durante años.

A pesar de que en esta ocasión tan solo 12 niños han llegado a Palencia, desde las asociaciones se sigue trabajando para ampliar el número de familias acogedoras que, en los mejores tiempos del programa Verano en Paz llegaron a ser hasta 60. Y es que las trabas burocráticas y las limitaciones que se han impuesto a la normativa que regula estos traslados hacen que en este 2024 solo se haya podido traer a menores nacidos en 2014 y 2015, lo que reduce significativamente el número de niños que pueden repetir su viaje para reunirse con familias a las que ya conocían. Esto, sumado a la escasez de familias que deciden acoger hace que más de 1.000 niños se hayan quedado este verano en los campos de refugiados.